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Próximos pasos en BIM: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?

Jueves, 30 Septiembre, 2021

Hoy, en la web del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, ofrecemos una nueva entrega dentro del Mes BIM en Ingeniería Civil. Se trata del artículo de Juan Pedro Cortés, Coordinador del Máster BIM de la Universidad de Extremadura, perteneciente al departamento de Construcción de la Escuela Politécnica. En él, Cortés analiza el presente y el futuro de la metodología, con especial hincapié en la situación en España. 

Introducción 

El desarrollo actual del BIM a nivel mundial es tal, que nos centraremos en España. El inicio, podríamos denominar oficial, del BIM en España, comienza en julio del 2015, cuando el Ministerio de Fomento de España crea la Comisión esBIM para abordar cómo implementar la metodología BIM en la Construcción e introducirla en las licitaciones públicas, tratando así de dar cumplimiento a la Directiva 2014/24/UE del Parlamento Europeo para impulsar la transformación digital del sector.

Tras varios años de funcionamiento, esta comisión ha generado documentos de referencia que han servido para que el sector en general se inicie en la tecnología BIM y comenzar a aplicarla.

En ese año y posteriores también se produjeron otras iniciativas a nivel regional para la implantación de la metodología BIM, como en Cataluña con el Manifiesto BIMCAT Barcelona (febrero de 2015), los Ferrocarriles de la Comunidad Valenciana o la red ferroviaria del País Vasco. Uno de los resultados más recientes es el de la Junta de Extremadura, que publicó en junio la Guía BIM para integración de la tecnología BIM en el ciclo de vida de sus carreteras.

Proceso similar han seguido entes públicos como ADIF, licitando en 2019 la consultoría para la implantación de BIM en la Alta Velocidad. Licitaciones similares han realizado AENA en 2019 o Puertos del Estado, en 2018.

Se puede, por tanto, afirmar que el nivel de la madurez de BIM en las administraciones, sobre todo a nivel regional, es importante.

Análisis de la situación de la metodología BIM

Como continuación de la creación de la comisión esBIM, se crea mediante Real Decreto la Comisión Interministerial Comisión BIM, para impulsar y garantizar la coordinación de la Administración General del Estado con los organismos y entidades vinculadas o dependientes.

En esta comisión se está realizando un seguimiento de las licitaciones con BIM a través del Observatorio CBIM. El estudio de esta información es una vía muy buena para tener una visión de cuál es la evolución del BIM en España, pues las iniciativas privadas son difíciles de conocer. 

Así, si del análisis de la evolución de las licitaciones se observa cómo están creciendo de forma continua, triplicándose en los últimos tres años (de 230 M€ en 2017 hasta los 752 M€ alcanzados en 2020), cuadruplicándose en número (de 105 a 440), lo que da idea es que el BIM está llegando a contratos de menor cuantía. Si bien hay un crecimiento constante, a pesar de la pandemia, las licitaciones estatales se han visto reducidas, pero este descenso ha sido cubierto a nivel global por un crecimiento en las licitaciones autonómicas.

Destaca el equilibrio que se mantiene entre las licitaciones de infraestructuras y las de edificación, entorno al 50%, con algo más de peso de las infraestructuras según el trimestre analizado, pudiendo llegar éstas a un 55%.

En cuanto a la fase del ciclo de vida del activo en la que se solicita, el mayor porcentaje son en la de diseño y en la de construcción, suponiendo el 95% de las licitaciones. Si embargo, se aprecia un crecimiento desde el 2017 de la consultoría específica de BIM que ha pasado a un 3%, estando la explotación estando la fase de mantenimiento en un 1%. 

En cuanto a la distribución entre administraciones, el mayor porcentaje es de las de nivel autonómico (64,7%) y el que menos, de las diputaciones (entre el 4,9% en 2020 y 0% en el primer trimestre de 2021). Esto está en relación con el avance en la madurez BIM de aquellas respecto del resto, como se indicó anteriormente.

En lo referente a la valoración del BIM en el pliego de Cláusulas Administrativas, no se aprecia una variación importante, con una puntuación dentro de la oferta entorno al 7,5% en los proyectos y el 6,5% en los de obra, que varía dependiendo del trimestre. Los aspectos más puntuados son los perfiles BIM, la adecuación de la metodología BIM a los requisitos, la estrategia de implantación BIM en el contrato, la estrategia de desarrollo de los usos BIM y los usos BIM adicionales.

Entrando en las cuestiones específicas que indican cuál es el nivel de madurez de aplicación de la metodología, es interesante examinar los usos BIM que se están solicitando. Así, los más demandados son la coordinación 3D y la visualización, que están en más del 95% de los casos, siguiéndoles la obtención de planos y la obtención de las mediciones y/o el presupuesto del modelo BIM. Es de destacar el crecimiento de los usos de simulación constructiva que ha pasado del 30% en 2017 al 85% en 2021, o el modelo para el mantenimiento que ha pasado del 25% al 76%.

Especial atención merecen los nuevos usos que en los dos últimos años están apareciendo, como son el Energético/Medioambiental, Seguimiento de certificaciones y la Realidad virtual/aumentada, presentes en el 12% de las licitaciones, el 6% y el 1 %, respectivamente. Si se desglosa entre infraestructuras y edificación, los porcentajes son 8% y 18% para el Energético/Medioambiental; 4% y 10% para el Seguimiento de certificaciones; y 2% y 1% para la Realidad virtual/aumentada.

En lo relativo a otros aspectos de la metodología, como los sistemas de clasificación, el más solicitado es el GuBIMclass en más del 85% de los casos. Finalmente, para llevar a cabo el trabajo colaborativo y obtener al máximo los beneficios que aporta la metodología es fundamental un entorno común de datos, que es exigido en el 98% de las licitaciones, lo que habla del nivel de madurez de los contratos.

Finalmente, la metodología para ser aplicada requiere del empleo de estándares. En este aspecto hay dos líneas: los estándares propios del organismo y los estándares internacionales o nacionales, siendo los primeros los más solicitados en el 2020 (95% frente al 93%). Sin embargo, si se analiza por Administración, en las licitaciones del Estado los porcentajes fueron del 79 % frente al 32% en los internacionales, lo que indica el mayor empleo de guías de propio organismo. Es de destacar, en el 2021, el crecimiento que está teniendo la aplicación de la norma UNE-EN ISO 19650 partes 1 y 2, que se publicaron en julio de 2019. 

Un aspecto fundamental en la implantación de la metodología BIM, que no está recogida por el Observatorio, es el listado de requisitos de formación de los técnicos. Las casuísticas de recualificación son muy diferentes según cuál sea su intervención en el proceso y dependiendo de si es un técnico de la Administración o quien desarrolla la estructura de datos del modelo (entendido como suma de todos los modelos empleados en la definición del activo).

Para esta recualificación, hay dos líneas: la impartición de formaciones específicas en administraciones y empresas y la formación por cursos o máster. La oferta es muy dispar, así por ejemplo, dentro de los másteres los hay oficiales acreditados por ANECA (solo dos en España el ámbito de la Construcción: Universidad de Cartagena (Infraestructuras) y Universidad de Extremadura (Infraestructuras y Edificación) y un importante número de títulos no oficiales. Esta amplia oferta da lugar a una disparidad de títulos que no es posible compara. De esta manera, por ejemplo, se publicitan formaciones con 200 horas que se autodenominan máster, habiendo por otro lado cursos de especialización con la misma duración.

Tendencia del desarrollo de BIM en España

Tras exponer la evolución del BIM en los últimos cuatro años, se vislumbran ya algunas ideas de hacia dónde se dirige esta tecnología en España. 

Así, en lo relativo al nivel de implantación, aunque el crecimiento está siendo importante, falta la incorporación del Estado, de las diputaciones y de la administración local, sobre todo en el ámbito de las carreteras. Si el futuro debe ser sostenible, la digitalización es una de las claves para alcanzarlo, por lo que es fundamental que todas las administraciones, a su nivel, den el paso a la digitalización de las infraestructuras y BIM es la tecnología habilitadora para ello. 

A medio plazo, podríamos decir que BIM se democratizará y llegará cada vez a proyectos de menor cuantía, por lo que cada vez deberán ser más los técnicos que se tengan que recualificar. Así, de cara a la calidad de las licitaciones, se deberán concretar criterios que permitan valorar las titulaciones exigidas, no solo en base al nombre del título, sino considerando las horas de la formación recibida y la acreditación de haber adquirido competencias mínimas requeridas para las funciones que les exija el contrato. 

En lo que hace referencia a la fase de aplicación del BIM en los próximos años, debe crecer de forma significativa su aplicación para el mantenimiento, prácticamente inexistente actualmente. Si se pretende la digitalización del sector es necesario digitalizar esta fase que, además, es la de mayor duración.

Otro de los servicios que continuará con el crecimiento iniciado será la consultoría específica de BIM al surgir nuevas necesidades y usos a medida que se suban escalones en la madurez BIM. Por ejemplo, la integración del BIM con tecnologías como la robótica asociada a la prefabricación, la inteligencia artificial, la impresión 3D, la IoT o a la realidad virtual, ya que BIM es la tecnología habilitadora de la de la Construcción 4.0. Muestra de ello es cómo la realidad virtual ya comienza a aparecer dentro de los usos BIM en el último año. Por otro lado, según aumente la madurez BIM, el uso Generación de planos irá decayendo, tomando más protagonismo las visualizaciones en 3D y la gestión a través del modelo.

Un uso que deberá tener un crecimiento muy importante en los próximos años es el de Seguridad y la Salud en el ciclo de vida del activo, pues parece razonable que si el modelo se realiza en BIM la Seguridad y la Salud también esté en BIM, siendo un requisito legal.

A ello hay que añadir los beneficios que se han demostrado de BIM para reducir los accidentes laborales. Sin embargo, sorprende la práctica inexistencia de este uso BIM, entendido como la incorporación al modelo de toda la información del Estudio o del Plan de Seguridad a lo largo del ciclo de vida. En los pocos casos en los que se refleja son recientes y no recogen todo el proceso. Por ejemplo, FGV lo indica en la fase de Construcción y la ETS vasca solo para las medidas.

Pero la gran revolución a medio plazo debería ser la creación del gemelo digital de la infraestructura o del edificio como medio para la toma de decisiones a lo largo del ciclo de vida. Si queremos hacer un futuro diferente, deberemos construir y mantener de forma diferente. Esto pasa por realizar la toma de decisiones bajo criterios de sostenibilidad, entendida en su integridad, aunando lo económico con lo social y con el medioambiente. También a lo largo de su ciclo de vida, lo que requiere un análisis multiobjetivo posibilitado por el gemelo digital.Â