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La EMT cumple 75 años

Lunes, 22 Noviembre, 2021

La Empresa Municipal de Transportes de Madrid, más conocida como EMT, cumple 75 años en 2022. Creada en 1947 a raíz de la Compañía Mixta de Transportes, fue de carácter privado hasta 1971.

No obstante, para conocer sus auténticos orígenes, hemos de remontarnos hasta 1920, con la Sociedad Madrileña de Tranvías, que se hizo con prácticamente todas las compañías gestoras de tranvías de la capital tras una operación que superó los 75 millones de pesetas de la época. “La nueva sociedad nació con el propósito de impulsar un mayor desarrollo de la circulación tranviaria en Madrid. El trazado de la red quedó así dividido en tres secciones: una funcionaba a base de tranvías expresos sin paradas; otra sección operaba vehículos para trayectos intermedios; y la tercera se dotaba de tranvías de sistema norteamericano con capacidad para 100 personas, con trayectos fijos y sin la presencia de la figura del cobrador (EMT)”. 

Durante más de una década, el tranvía, que llegó a tener servicio nocturno, fue el gran protagonista de la movilidad en Madrid y no fue hasta 1932 cuando se comenzaron a instaurar de nuevo los autobuses, ahora la principal mecánica que opera en la ciudad. 

Apenas dos años después, en 1934, la Sociedad Madrileña de Tranvías fue absorbida por la Compañía Mixta de Transportes, dando origen, posteriormente, a lo que hoy se conoce como EMT. 

Actualmente, la EMT gestiona 28 aparcamientos, 2081 autobuses, 78 grúas, 219 líneas de autobús y 258 estaciones de BiciMad. “EMT Aparcamientos se encarga de la gestión de varias formas de aparcamiento que existen en el municipio. Entre otras, se encuentra la gestión de los aparcamientos públicos, aparcamientos de residentes (incluidos abonos de larga duración), BiciPARK y aparcamientos disuasorios (estacionamiento gratis con uso de cualquier título de transporte público colectivo, por un período de tiempo no inferior a 5 horas ni superior a las 16 horas)”, tal y como recoge Wikipedia. 

Movilidad multimodal

La EMT presume, actualmente, de contar con diferentes tipos de transporte, todos de carácter público, para dar servicio a los más de tres millones de habitantes residentes en la ciudad (más turistas y trabajadores de su periferia). 

Así, su evolución ha pasado por diferentes opciones de movilidad, si bien siempre se le ha identificado, mayoritariamente, con la red de autobuses. EMT ha sido la empresa responsable de la gestión del tranvía en Madrid hasta su extinción en 1972 y del conocido como trolebús, que prestó servicio en la ciudad de Madrid hasta 1966. 

A lo largo de los años, con la gestión principal de los autobuses de la ciudad de Madrid (actualmente, de color azul o rojo), la EMT ha ido incorporando otras funciones dentro de la gestión de los servicios. Actualmente y desde 2016, es la encargada del servicio público de bicicletas, el conocido como BiciMad y, desde 2018, gestiona el famoso teleférico del Parque del Oeste. 

En cuanto a la capacidad de la EMT de adaptarse al nuevo paradigma social y económico, que mira directamente hacia la Agenda 2030, ésta está incorporando autobuses eléctricos para sus rutas. Así, ya en septiembre de este año, la empresa anunciaba la incorporación de dos líneas de servicio 100% eléctricas a las ya existentes: “En total serán 13 las líneas que prestarán servicio con flota completamente eléctrica, avanzando en la estrategia de sostenibilidad ambiental Madrid360 y la electrificación de líneas en zonas de bajas emisiones”. 

A ello se une la nueva estrategia de hidrógeno de la compañía, la cual fue anunciada oficialmente el pasado julio, a manos de su Presidente, Alfonso Sánchez: “la construcción de una planta de repostado de autobuses propulsados por pila de hidrógeno en el Centro de Operaciones de Entrevías. Esta hidrogenera, pionera en nuestro país, contempla también la instalación de una planta fotovoltaica para la generación de electricidad a partir de fuentes renovables de forma que la producción de este hidrógeno ‘verde’ se lleve a cabo in situ. 

Todo ello, con el fin de reducir la contaminación, especialmente en los puntos críticos de la ciudad, como es el caso del intercambiador de Plaza Elíptica. Una zona, considerada como negra por los expertos, que ya cuenta con una lanzadera 100% eléctrica entre esta área de conexión (una de las estaciones de autobús más grandes de la capital y con acceso directo a Metro) con uno de los principales centros comerciales, Islazul, que, además, cuenta con un parking disuasorio.

El trolebús

Un sistema de transporte público totalmente extinguido en Madrid, que contó con servicio hasta 1966. Si bien ahora repasaremos su historia, a manos del blog de la EMT, principal gestora del mismo en la ciudad, hemos de definir previamente en qué consiste esta fórmula de movilidad. 

Así, tal y como lo define Wikipedia, el trolebús “es un ómnibus eléctrico, alimentado por una catenaria de dos cables superiores desde donde toma la energía eléctrica mediante dos astas. El trolebús no hace uso de vías especiales o carriles en la calzada, como el tranvía, por lo cual es un sistema más flexible. Cuenta con neumáticos de caucho en vez de ruedas de acero en carriles”.

En cuanto a la historia propia de Madrid, la EMT la resume de la siguiente manera: “Después de varios ensayos en Bilbao, La Coruña o Barcelona, el trolebús llegó a Madrid en 1949. Sería el Ayuntamiento de Vallecas, todavía municipio independiente, quién utilizaría la primera línea con trolebús uniendo Puente de Vallecas con Vallecas Pueblo”.

“El 7 de mayo de ese mismo año, EMT absorbe a la Empresa Vallecana de Trolebuses, pero no sería hasta el año posterior, en concreto hasta el 8 de abril de 1950, cuando se puso en marcha la primera línea de trolebuses gestionada por EMT, entre Puerta del Sol y El Viso, con 11 coches Jacquemond. Luego vendrían 4 más, repartidas de forma radial uniendo el centro urbano con la periferia, incluida Vallecas”. 

Este transporte continúa creciendo hasta conseguir cinco líneas en todo Madrid. No obstante, con la expansión del tranvía y la confusión que causaba entre los propios viajeros, finalmente, las autoridades decidieron ir eliminando, poco a poco, el servicio prestado por el trolebús: “El 30 de abril de 1966 se suprime el servicio de trolebús. Las últimas líneas que prestaron servicio fueron la 104 (Atocha – Vallecas) y la 107 (Tirso de Molina – Avenida San Diego)”. 

Independientemente del fracaso del trolebús, la EMT continúa, 75 años después, prestando servicio en la ciudad de Madrid, con un carácter multimodal que la ha acompañado a lo largo de casi un siglo de actividad. Entre los principales retos: la sostenibilidad y la accesibilidad universal de todos los habitantes a sus servicios.