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Grandes infraestructuras. El Eurostar

Miércoles, 27 Julio, 2022

En la sección de “Grandes Infraestructuras†del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, analizamos las más importantes construcciones de todo el mundo y su implicación social en el entorno más inmediato. En la entrega de agosto, hablamos del Eurostar, la conexión por tren entre Reino Unido y el continente europeo. 

Inaugurado el 14 de noviembre de 1994, el Eurostar atraviesa el canal de La Mancha “por un túnel de 50 kilómetros de largo construido 40 metros por debajo del lecho del océano y a 100 metros del nivel del mar (Cinco Días)" para la conexión de las estaciones de St. Pancras en Londres con las de Gare du Nord (París, Francia), Brussels-Midi (Bélgica), Ãmsterdam CS (Holanda) y Rotterdam (Holanda). 

Actualmente, los servicios se prestan a través de la compañía ferroviaria Eurostar International Limited, si bien el túnel (la infraestructura) está gestionada por la empresa Eurotunnel. En cuanto a su origen, hemos de remontarnos a finales del siglo XIX para conocer las primeras propuestas de conexión entre el continente y las islas británicas. 

No obstante esto,  hasta 1986 no se firmó el Acuerdo de Canterbury entre Margaret Thatcher y François Miterrand, dos pesos pesados de la historia política de Reino Unido y de Francia. “Año y medio después, las tuneladoras empezaban a trabajar. Y el uno de diciembre de 1990 los perforadores de uno y otro lado se encontraban bajo el canal de la Mancha a 22,3 kilómetros de la costa británica y a 15,6 kilómetros de la francesa (Cinco Días)â€. 

La construcción necesitó de siete años de trabajos para la configuración del servicio ferroviario que hoy conocemos pero, ¿cómo se llevó a cabo?

Construcción

Para las labores de excavación, algunas de ellas ya iniciadas en 1880 sin éxito, se utilizaron tuneladoras de 8,78 metros de diámetro y 200 metros de longitud, con un peso superior a la tonelada. En cuanto a las características del terreno, éste presentaba cuatro estratos geológicos, compuestos de sedimentos marinos de entre 90 y 100 millones de años de antigüedad. 

“La profundidad media del lecho del canal es de 54 metros, con un máximo de 180 metros. En la zona del túnel, no se superaban los 70 metros, de forma que la profundidad máxima de la rasante del túnel con respecto al nivel del mar es de 107,3 metros (Wikipedia)â€. 

Para la consecución de los 50 kilómetros de infraestructura, se necesitaron siete años de trabajo, siendo inaugurado el túnel en mayo de 1994 y los servicios ferroviarios, en noviembre de dicho año. 

Alta velocidad

El proyecto es considerado de alta velocidad por el alcance medio del tren a lo largo de su recorrido. De esta manera, hablamos de 300 kilómetros por hora, salvo en el túnel, donde la velocidad es de 140 kilómetros. En cuanto al tiempo empleado para sus recorridos, nos encontramos:

  • Trayecto Londres-París: 2 horas, 17 minutos.
  • Trayecto Londres-Bruselas: 2 horas, 5 minutos.
  • Trayecto Londres-Ãmsterdam: 4 horas, 42 minutos.
  • Trayecto Londres-Rotterdam: 3 horas, 38 minutos. 

Si bien este servicio de ferrocarril es conocido como Eurostar, el Eurotúnel, la infraestructura que lo soporta, permite el transporte de pasajeros, de mercancías y de vehículos privados, dado que el tren lanzadera facilita el desplazamiento en coche de los usuarios del mismo.  

Brexit

Esta infraestructura tiene una importancia adicional tras la celebración del Brexit el pasado uno de febrero de 2020. La salida del Reino Unido de la Unión Europea ahondó en la crisis institucional tanto de la propia unión como de los ingleses, dada la ruptura abrupta de las relaciones políticas entre las partes. 

Actualmente, el Eurostar opera de manera habitual entre Reino Unido y el resto de países conectados, si bien las reglas han cambiado: la necesidad del pasaporte y del control policial en destino ha incrementado los tiempos en el uso de este tren internacional, generando colas y malestar entre algunos usuarios. De hecho, desde 2021, se está  llevando a cabo el reconocimiento facial para la mejora de la experiencia de usuario y el control exhaustivo de la seguridad y del acceso a los pasajeros, ahora sin libertad de entrada y de salida.

La infraestructura continúa, de esta manera, presentando servicio a pesar de los desencuentros políticos, siendo un símbolo, hoy en día, de la unión del Reino Unido con el resto del continente y de la importancia del canal de La Mancha. Ya en 2019, se hablaba de 11 millones de pasajeros anuales en este transporte, que se trata de potenciar desde la Unión Europea como sostenible, por delante del puente aéreo habitual.