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La próxima generación de carreteras

Martes, 30 Agosto, 2022

Con motivo del V Congreso Andaluz de Carretera, que tuvo lugar del seis al ocho de abril de 2022, hablamos con la Asociación Española de la Carretera, principal organizadora, para conocer, de la mano de su Subdirectora General Técnica, los planes que el sector tiene para con las carreteras: características futuras, implantación de nuevas tecnologías y, por supuesto, papel de los diferentes agentes participantes en el gran cambio de paradigma. 

Un artículo, que se puede consultar online, que se recoge en el número 421 de Cimbra, la revista de Ingeniería Civil del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas.

Introducción

Digitalización, transición ecológica, conectividad, automatización, sostenibilidad, ciberseguridad… Son conceptos que hoy están presentes en toda estrategia, plan o política que se precie de novedosas y en prácticamente todos los ámbitos de actividad. No obstante, es en las carreteras donde aquellas nociones confluyen, planteando una realidad que está llamada a marcar la auténtica transformación de la movilidad de viajeros y de mercancías. Una nueva movilidad en la que la conectividad desempeñará un papel fundamental para la consecución de los objetivos de sostenibilidad y seguridad, así como para la generación de nuevos servicios. 

La carretera como infraestructura física, pero también como sector, como industria y como elemento fundamental del progreso y del bienestar de nuestro país, de nuestras ciudades y de nuestros más recónditos pueblos, está sumida en un gran proceso de cambio.

Y es en esa revolución donde la Asociación Española de la Carretera está liderando un ambicioso programa que, bajo el nombre de “Carretera Segura, Verde y Conectada”, constituye un proyecto de país para una movilidad sostenible y para acelerar la transición ecológica y digital en el ámbito viario. 

El programa “Carretera Segura, Verde y Conectada” se ha concebido como una estrategia tractora para la recuperación económica, que persigue mejorar la competitividad, la calidad del servicio y la sostenibilidad de la movilidad por carretera mediante su digitalización y su conectividad, así como favoreciendo su transición ecológica, de forma que se puedan generar y optimizar servicios de movilidad de pasajeros y de mercancías que permitan materializar las políticas de movilidad conectada, segura y sostenible.

La iniciativa se ha diseñado de acuerdo a los principios de los Planes de Recuperación y Resiliencia y a los criterios establecidos por el programa de ayuda europeo “Next Generation EU”, en virtud de cual España va a recibir más de 140.000 millones de euros.

Adicionalmente, la propuesta muestra una fuerte relación con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, en particular con los siguientes: 

  • Objetivo 3: Salud y Bienestar. 

                3.6 Reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo. 

  • Objetivo 9: Industria, Innovación e Infraestructura. 

                9.1 Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, incluidas infraestructuras regionales y transfronterizas, para apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, haciendo especial hincapié en el acceso asequible y equitativo para todos. 

  • Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles. 
  • Objetivo 13: Acción por el clima.

Por otra parte, “Carretera Segura, Verde y Conectada” es una línea de trabajo que está íntimamente relacionada con otras estrategias nacionales, además del propio “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: España puede”, Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, Agenda Urbana Española, Estrategia Nacional Frente al Reto Demográfico, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 y Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, entre otros.

Con relación a las líneas de actuación previstas, el Programa Carretera Segura persigue la reducción de la siniestralidad en carretera por medio de actuaciones específicas en ámbitos clave, como la eliminación de los tramos de mayor riesgo, la eliminación de accidentes frontales y fronto-laterales en carreteras convencionales y la optimización de la seguridad en túneles. Se estructura en tres subprogramas:

  • Aplicación de la Directiva 2019/1936 de seguridad en infraestructuras viarias.
  • Programa de carreteras 2+1.
  • Programa de mejora de la seguridad y equipamiento tecnológico en túneles en el contexto de la Directiva 2004/54/EC.

Por su parte, el Programa Carretera Verde, con el objetivo de acelerar y potenciar esa transición ecológica en la que la carretera ya se encuentra inmersa, se estructura en seis subprogramas:

  • Programa de reducción de emisiones de CO2 y NOx.
  • Creación y operación de un Banco de Residuos.
  • Políticas de abatimiento de ruido.
  • Generación y gestión de sumideros de carbono asociados a las carreteras.
  • Plan de optimización lumínica en el ámbito viario.
  • Programa de adaptación de las carreteras al cambio climático.

Finalmente, al Programa Carretera Conectada, que persigue gestionar con tecnología las infraestructuras y la movilidad, generando nuevos servicios de valor añadido y garantizando el fortalecimiento de la Administración Pública, están asociados siete subprogramas:

  • Adaptación física de las carreteras para la movilidad conectada y autónoma.
  • Adaptación de la infraestructura digital de las carreteras para la movilidad conectada y autónoma.
  • Generación de servicios y modelos de movilidad avanzada.
  • Despliegue de living-labs de carretera smart.
  • Creación de infraestructuras de almacenamiento seguro de datos.
  • Digitalización de las administraciones con competencias en carreteras.
  • Mejora continua de la formación de los técnicos gestores de las vías.

Red local de carreteras

En el proyecto se valoran y cuantifican los distintos parámetros de implementación de cada uno de estos tres proyectos y sus subprogramas, representando una inversión global cifrada en 23.000 millones de euros. Es, sin duda, una de las propuestas globales sobre la transformación ecológica y digital de las carreteras más completas y realistas que hay sobre las mesas técnica y política del ámbito viario actualmente.

La propuesta incluye también a la red local de carreteras. Una red de carreteras locales que permita la movilidad de personas y mercancías en las condiciones de seguridad y eficiencia necesarias contribuirá a alcanzar los objetivos de desarrollo e innovación en el territorio, impulso del turismo sostenible, igualdad de derechos y oportunidades, fomento del emprendimiento, refuerzo de los servicios públicos e impulso a la descentralización, bienestar social y economía de los cuidados o promoción de la cultura, que son algunas de las acciones claves incluidas en el Plan de Recuperación y Resiliencia de España. 

Digitalización

En relación a la movilidad del futuro y a cómo se está gestando esa revolución digital en el contexto de las infraestructuras viarias, hemos de desviar la mirada hacia dos factores: la movilidad conectada y autónoma y la digitalización de las infraestructuras. Así, la implantación del 5G abre un nuevo marco de oportunidades que ya se está desarrollando a un buen ritmo y que pivota sobre vehículos conectados entre sí y con la infraestructura, generadores de una ingente cantidad de datos que permiten una gestión dinámica de la información del tráfico y de la red viaria, así como de elementos de contexto tales como la climatología o la presencia de otros usuarios, transmitiendo información en tiempo real a los proveedores de servicios, actores públicos y privados de todo tipo y a los usuarios finales. 

Este complejo entramado hace posible la materialización de tendencias como la “Mobility as a Service” para viajeros y mercancías, prestando especial atención a la última milla en grandes entornos urbanos y proporcionando soluciones para los ámbitos rurales más alejados, lo que permite también dar una respuesta óptima al reto demográfico. Favorece, además, la intermodalidad y la micromovilidad, y prioriza la seguridad y la ciberseguridad frente a desastres naturales -relacionados o no con el cambio climático- y frente a aquéllos que pudieran derivarse de la acción humana. 

Pero es que, además, estamos ante un fenómeno de desarrollos tecnológicos que, lejos de lo que pudiera parecer, no está necesariamente ligado a las grandes autopistas y ejes de comunicación. La conectividad de las infraestructuras viarias es, a día de hoy, un asunto recurrente en las redes locales de carreteras que, aunque más modestamente, también están avanzando hacia un proceso de digitalización que hace años era inimaginable.

De todo ello se desprende que la gestión conectada de la totalidad de nuestra red viaria es, sin duda alguna, una posibilidad absolutamente viable en el medio plazo. 

A nadie se le escapa que todavía queda mucho camino por recorrer, pero existen numerosos proyectos que han logrado superar la fase de investigación y aplicación piloto y que dan sus primeros pasos ofertando servicios. Sin ir más lejos, el sector público ultima la creación de una plataforma de datos que permitirá dar pasos de gigante en esta línea, abordando retos como la adaptación digital, las plataformas de almacenamiento seguro de datos o la digitalización del sector público. 

España dispone de un sector privado con un músculo muy potente en el ámbito de las infraestructuras viarias y en el campo tecnológico, con organizaciones y empresas que desarrollan una actividad fundamental tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Un sector que, alineado con las nuevas políticas de movilidad, resulta clave para que pueda llegar a consolidarse con éxito el cambio de paradigma en la movilidad frente al que no hay vuelta atrás posible. 

En esta reflexión no podía faltar una referencia a aquellos elementos clave que abrirán la puerta al referido proceso de cambio. Entre ellos, destaca la necesidad de una adaptación física de la red de carreteras, que ya se ha mencionado anteriormente. Porque, no nos engañemos, no será posible plantear soluciones digitales si no garantizamos un buen estado de conservación de nuestras redes viarias (pavimento, señalización vertical, marcas viales, etc.), así como infraestructuras de apoyo que den soporte al correcto funcionamiento de los servicios basados en la digitalización (espacios para paradas de emergencia, sistemas de control de accesos, etc.). El desafío es claro: poner el cuentakilómetros a cero para construir los cimientos de una nueva movilidad por carretera. 

¿Y cuáles serán los beneficios que todo ello reportará a los ciudadanos? Podemos enumerar algunos, como la mejora de la seguridad, reduciendo drásticamente el número de fallecidos y heridos graves a consecuencia de siniestros de tráfico; reducción de las emisiones de gases a la atmósfera; adaptación de las infraestructuras al cambio climático; mejora de la calidad del servicio que prestan las carreteras; reducción de los costes del transporte; mejora de la eficiencia energética; generación de empleo… Aunque hay muchos más.

Beneficios para toda la sociedad y, sobre todo, para los usuarios del sistema de transportes, que también habrán de poner de su parte, adaptando conductas, preferencias y aptitudes a la nueva oferta de movilidad. 

En cuanto a la financiación de este nuevo modelo y con la mirada puesta en el ya popular mecanismo europeo de recuperación NextGeneration Europe, hay que admitir que genera cierta inquietud el hecho de que, pese a que la Comisión Europea establece como prioritario avanzar en el planteamiento de la movilidad conectada y autónoma, sin embargo, no se apuesta abiertamente por la financiación de proyectos relacionados con la transición digital y ecológica de esta industria y de las infraestructuras viarias, tal y como se desprende de las primeras informaciones publicadas a este respecto.

V Congreso Andaluz de Carreteras

El V Congreso Andaluz de Carreteras, que ha reunido a los profesionales del sector viario en Granada, del 6 al 8 de abril, ha articulado su programa técnico en torno a este triple concepto. El evento, organizado por la Asociación Española de la Carretera, ha contado con la promoción de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y la colaboración de un buen número de entidades públicas y privadas.

Estructurado en tres grandes ejes de debate y cinco sesiones de trabajo, además de un elenco de conferenciantes del más alto nivel, el programa técnico de esta nueva cita con las carreteras andaluzas ha contemplado la celebración de siete Mesas Redondas. En torno a dos de ellas se han sentado los Consejeros de Infraestructuras de varias administraciones regionales y los Directores Generales de Carreteras, dos encuentros en los que los máximos responsables políticos y técnicos de las redes viarias autonómicas españolas han tenido la ocasión de compartir soluciones innovadoras y buenas prácticas frente a problemas comunes.

El objetivo de organizadores y promotores de este encuentro no es otro que impulsar la creación de sinergias en un sector fundamental para el progreso en todos los órdenes, puesto que de las infraestructuras viarias depende la movilidad de personas y mercancías.

Aunque con resultados aún dispares, todas las administraciones españolas con competencias en carreteras avanzan posiciones en el camino hacia la digitalización y estandarización de sus procesos, tanto en sus protocolos internos, como en la gestión de las infraestructuras sobre las que tienen competencia. Esta transformación lleva implícito un compromiso con la sostenibilidad ambiental. Compromiso mayor si cabe dadas las soluciones que las nuevas tecnologías ofrecen para alcanzar este reto.

En este contexto, la Junta de Andalucía ha creado un “Sello Verde” para las carreteras, un distintivo que asegura que las infraestructuras viarias de la región se construyen y gestionan siguiendo unos estrictos parámetros de sostenibilidad.

Tenemos por delante numerosos retos y un ambicioso objetivo: cambiar el modelo de movilidad por carretera para hacerlo más seguro, sostenible y conectado. Tenemos los ingredientes y los actores, sabemos cómo hacerlo y los marcos legales se están adaptando a ello de la mano de la Ley de Movilidad, ya en sus últimas fases. La falta de recursos no puede ser la excusa para no acometer la revolución ecológica y digital que nuestra red viaria necesita y demanda.

Y con este apasionante telón de fondo, la Asociación Española de la Carretera continuará su labor, en compañía de todos sus miembros, para avanzar en el nuevo modelo de movilidad. Son ya más de 70 años, desde la creación de nuestra organización, trabajando en la mejora de la movilidad por carretera, adaptándonos al presente para construir el futuro. 

Autora. Elena de la Peña González. Subdirectora General Técnica de la Asociación Española de la Carretera.

Para ver el artículo completo, incluido en el número 421 de la revista de Ingeniería Civil Cimbra, aquí.