
Cimbra Histórica. Los aspectos estéticos y ecológicos de los embalses (I)
Viernes, 07 Julio, 2023En plena sequÃa, en el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas hemos rebuscado en nuestra biblioteca para comprobar cuál era la opinión, en épocas pasadas, de infraestructuras clave del agua como los embalses, tan polémicos y necesarios. AsÃ, en 1987, el Colegiado Miguel Ãngel Fernández Enrique incide sobre los aspectos estéticos y ecológicos de estas construcciones, en un artÃculo que hay que analizar en su época y recogido en el número 242, de mayo, de dicho año.
Os dejamos con esta información que nos habla más de la historia reciente de la IngenierÃa Civil en nuestro paÃs.Â
Introducción
Con las presentes notas, pretendo ante todo, hacer una llamada a los técnicos y a los profesionales del diseño y del proyecto de Obras Hidráulicas y, en particular, de presas de embalse, con el fin de que, de una vez por todas, los aspectos de los que trato aquà sean tomados en consideración seriamente.Â
La repercusión en el Medio Ambiente de cualquier obra no debe ser un tema secundario y algo, que si figura en el proyecto, sea sólo una consideración gratuita, un lujo que se permita el proyectista para dejar sentado que no es preocupante, que no necesita dejar una provisión especial de fondos.
Es obvio que la técnica siempre toma partido, pues tiene una filosofÃa a la que sirve y la iniciativa privada, buscando fundamentalmente el beneficio, es normal que no tenga ningún interés en conservar el Medio Ambiente si esto le va a acostar dinero. Aquà es donde verÃa entrar en juego la Administración, pero este es un tema que ya trataré más adelante.
No obstante, los factores que intervienen y conforman el entorno son difÃcilmente cuantificables, no existen soluciones tipo a estos problemas y evaluarlos en términos monetarios no es posible y, cuando menos, muy impreciso.
En el caso de una obra de embalse, igual que en cualquier tipo de obra, un conocimiento más amplio de los posibles impactos sobre el Medio Ambiente y un análisis de la experiencia que ahora se está consiguiendo, puede ayudarnos a formar consecuencias útiles para futuros proyectos.Â
A continuación, paso a desarrollar algunas cuestiones que considera de interés y que pueden servir de ayuda a los técnicos interesados en estos temas.Â
El aspecto estético
Hay que descartar, de entrada, que una presa sea un elemento negativo para el paisaje. La naturaleza se ha encargado siempre de curar las heridas y acaba por integrar a las obras en el entorno en que se implantan, pero la presa es un objetivo denso, cuya forma y masa vienen dadas por su función.
Ahora bien, como toda realización humana es, en cierto modo, una obra de arte, pues es la creación de los técnicos que colaboran en la elaboración del proyecto.Â
Por lo tanto, el Ingeniero o Ingenieros proyectistas creadores de la presa no han de olvidar que la construcción que van a hacer no representa tan solo la aparición de la obra en el paisaje circundante, sino en la mayorÃa de los casos, un verdadero cambio en el mismo.Â
La colaboración de Arquitectos y de especialistas del paisaje con el Ingeniero es obligada para la toma en consideración del elemento paisajÃstico. Para diseñar las obras que realizar se deben tener en cuenta, además de los condicionantes técnicos, el paisaje en sÃ, el relieve, la vegetación, etc., valiéndose de la utilización de fotomontajes, perspectivas y de otros métodos con el fin de tener a priori una primera impresión.na superficie de terreno por una gran masa de agua.Â
Podemos distinguir en el aspecto estético dos cambios sustanciales en el paisaje. Aguas arriba se formará el lago de embalse y aguas abajo, el cerramiento del valle.Â
La modificación de máxima importancia la tiene el lago artificial creado, que sustituirá una superficie de terreno por una gran masa de agua. Por lo general, este cambio constituye un efecto favorable sobre el entorno, especialmente en los embalses con pocas variaciones de nivel.
En cuanto a la panorámica desde aguas abajo, parece que las presas de materiales sueltos se incorporan mejor al paisaje que las de gravedad, pues en algunos casos, estas últimas constituyen verdaderos atentados contra la belleza natural. Esto no quita para que las presas de escollera puedan parecer a veces enormes escombreras.Â
En el caso de presas de gravedad, se debe cuidar mucho el aspecto estético, evitando distintas coloraciones en los hormigones, disponiendo embellecedores en la coronación e incorporando cualquier elemento que tienda a disminuir la sensación de “mazacote†que suelen dar estas presas.
En las presas de materiales sueltos, la creación de bermas en el talud aguas abajo, las plantaciones en dicho talud y la creación de rellenos suplementarios, asà como la construcción de túneles en vez de trincheras profundas, son medidas que tienden a mejorar su aspecto.
Tanto para las orillas del lago que hayan sido desforestadas como para el talud aguas abajo, los vegetales a plantar se determinan en función del terreno disponible y de las plantas propias de la región, ya que la repoblación debe hacerse siguiendo el criterio de mÃnimo coste, menor mantenimiento posible e integración en el paisaje.Â
El aspecto ecológico
Un ecosistema, como unidad básica de la ecologÃa, es un conjunto formado por una serie de elementos como pueden ser el microclima, la topografÃa, la zoologÃa, la botánica y la hidrologÃa, dentro del cual todos ellos son dependientes entre sà y están estrechamente ligados.
Con el tiempo, la naturaleza se encarga de llegar a un equilibrio que puede verse afectado por las obras que el hombre realiza.
En el caso de las obras de embalse, el efecto sobre el Medio Ambiente puede manifestarse aguas arriba de la presa, en el embalse. Aguas abajo, puede llegar a implicar a un región entera.
Con el fin de sistematizar la exposición de los posibles efectos que una obra de este tipo puede ejercer sobre el Medio Ambiente, he seguido, en cierto modo, el guion propuesto en la matriz desarrollada por el “Comité sobre el efecto de las presas en el Medio Ambiente†y que expongo resumido en el siguiente apartado.
- Evaluación del impacto ambiental. Toda evaluación de este tipo debe basarse sobre una identificación sistemática de todas las consecuencias ambientales potenciales de un proyecto, tanto sobre el suelo como sobre el aire, agua, flora, fauna y entorno humano.
El Comité sobre el efecto de las presas en el Medio Ambiente, creado en la 40 Reunión Ejecutiva de Camberra (Australia, 1972), llegó, al final e su mandato (1978), a la proposición de una matriz que está destinada a servir de inventario y posterior evalucación de los impactos a que nos referÃamos anteriormente.
La utilización de dicha matriz por los proyectista permite prever algunas medidas que pueden aliviar los efectos perjudiciales y acentuar los efectos positivos. En horizontal, aparecen los efectos que pueden producirse sobre el Medio Ambiente y, en vertical, las acciones consideradas.Â
No obstante, cualquiera que sea el uso que se haga de ella, la matriz es, ante todo, una ayuda para la reflexión y no puede reemplazar, en ningún caso ,a un estudio ecológico realizado por especialistas.Â
- Impactos económicos y sociales. Todo aprovechamiento hidráulico pretende un efecto social benéfico. Entre los principales efectos buscados, podemos mencionar el regadÃo, abastecimiento de agua potable, protección contra las avenidas, regulación de caudales, producción de electricidad, etc., pero existen también numerosos efectos, no buscados inicialmente, que pueden ser benéficos o perjudiciales.Â
Turismo y usos recreativos. Como he mencionado anteriormente, la belleza de los paisajes creados por los lagos artificiales puede constituir un efecto benéfico sobre el entorno. La utilización de los embalses como zonas de esparcimiento es una faceta que no se desconoce en España, habiéndose llegado incluso a la implantación de presas con este fin primordial.Â
Las posibilidades de zonas de acampada en las márgenes, asà como la potenciación de los deportes náuticos y la pesca es siempre positivo para el fomento del Turismo.Â
La creación de miradores para la contemplación de la obra desde puntos debidamente elegidos, junto con los bonitos y espectaculares efectos de agua que pueden producir los desagües, constituyen a menudo una atracción turÃsticas.Â
VÃas de comunicación. La creación de variantes y el restablecimiento de las comunicaciones da lugar, a menudo, a una mejora en las vÃas de comunicación existentes en las zonas cercanas a los embalses. Toda esta posible infraestructura puede fomentar el desarrollo y riqueza de las zonas afectadas facilitando el acceso para el comercio, el turismo, etc.Â
Prevención de incendios. Los planos de agua creados por las presas pueden constituir una barrera o pantalla que reduzca la extensión de los incendios forestales. Aunque este efecto es mÃnimo, los embalses también pueden servir como base a la zona de repostaje a los hidroaviones dedicados a la extinción de estos incendios.
Desplazamiento de poblaciones. El desplazamiento de las poblaciones afectadas por la creación de un embalse puede constituir un grave problema. No solo la cantidad de personas desalojadas es el factor principal, pues hay que tener en cuenta la importancia de las poblaciones desde el punto de vista industrial, agrÃcola, cultural e histórico.
Este tema es muy delicado ya que es difÃcil cuantificar la molestia que para una persona supone dejar su casa y su tierra. La decisión de construir, en estos casos, sólo está justificada si las ventajas prevalecen muy ampliamente sobre los efectos perturbadores y si las medidas correctoras son suficientes como para que los afectados se sientan compensados por estas molestias.
En la actualidad, hay numerosas presas en proyecto e incluso en construcción en España con este tipo de problemas. Entre otros, podemos mencionar Riaño, Rialp, Yesa o Itoiz.
Con el fin de conseguir una estimación fiable de estos efectos, serÃa recomendable efectuar encuestas psicosociológicas entre las poblaciones afectadas.Â
Inundación de zonas de interés cultural. Las poblaciones ubicadas en los valles han ido variando sus asentamientos hacia zonas en que las aguas no pudieran alcanzarles, al mismo tiempo que deseaban sus templos, sus tumbas, etc., no quedaran sumergidos, por lo que unas veces eran trasladados piedra a piedra y otras, los consolidaban a base de diques de defensa u otros métodos. La aparición de un embalse, que va a elevar la cota de agua muy por encima del cauce del rÃo, obliga a la reconsideración e estos métodos, un tanto rupestres.Â
Sólo la colaboración de varias nacionales y de diversos organismos internacionales permitió el rescate y la reconstrucción de varis templos de la región de Nubia, que quedaban afectados por el lago Naser (Gran Presa de Assuán).
Con el fin de evitar que elementos de interés histórico y cultural sean inundados por los embalses, quedando parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio bajo las aguas, deberÃa ser estudiada, por especialistas la superficie que va a ocupar el vaso del embalse, haciéndose inventario de cuantas construcciones y otros restos de interés vayan a quedar afectados, proponiendo las medidas o las soluciones necesarias para salvarlos.Â
- Impactos geofÃsicos. La situación geográfica de un embalse puede traer consigo una serie de efectos fÃsicos y biológicos derivado de la presa en sà como obstáculo, asà como posibles deslizamientos de tierras y sismicidad incluida, entre otros.Â
El efecto obstáculo. Una presa constituye una barrera en la normal circulación de las aguas del rÃo. Esto trae consigo la oposición al paso de cuerpos flotantes, migración de peces, circulación de barcos y la retención de sólidos en suspensión.Â
La creación de exclusas para barcos asà como de escalas para peces son acciones correctoras que evitan en parte este efecto, pero en el caso de la retención de pequeñas partÃculas en suspensión, la cuestión es otra.Â
El acúmulo de materia orgánica perdida en el fondo del embalse y un menor aporte de sedimentos a la desembocadura es a causa de la penetración de las aguas marina, produciéndose como consecuencia, un descenso de la fertilidad del suelo y del agua, asà como una disminución del espacio disponible para el asentamiento de la fauna.Â
Por otra parte, como consecuencia de la retención de la mayor parte de la carga sólida transportada normalmente por el flujo, pueden producirse erosiones inusuales del lecho del rÃo aguas abajo del embalse, extendiéndose progresivamente hasta restituir un nuevo equilibrio. Estas erosiones pueden paliarse modificando la pendiente o efectuando regulares descargas de agua por los desagües profundos.
La retención de pequeñas y medias avenidas puede producir efectos sobre la fauna aguas abajo, pero este es un tema que trataré más adelante.Â
Deslizamientos de tierra. La estabilidad de las laderas del vaso puede verse afectada por inundaciones, modificación de los mantos freáticos y vaciados rápidos del embalse. Un deslizamiento de grandes volúmenes de tierras puede rellenar parcialmente el cuento y producir algún desastre, como el dramático caso de Vaiont, en el valle del Piave (Italia), donde perecieron más de 3.000 personas a causa de la gran ola producida por un enorme deslizamiento en el vaso.Â
Taludes muy verticales deben ser reconocidos geológicamente, suavizándolos si es necesario o procediendo a su consolidación y drenaje, con el fin de asegurar su estabilidad. Es imprescindible un estudio de mecánica de suelos del vaso antes de llenado de un embalse.Â
SeÃsmos inducidos. Estudios detallados, realizados en varios embalses, han demostrado que, en algunos de ellos, la actividad sÃsmica de la zona ha aumentado a raÃz de la implantación y llenado de dichos embalses. Casos como el de Kremasta, Koina o Kariba son ejemplos claros del aumento de esta actividad y de la relación con el llenado del embalse.Â
Todo esto no quiere decir que todos los embalses de gran volumen o altura provoquen por necesidad actividades sÃsmicas especiales, pero se poseen indicaciones suficientes como para pensar que, probablemente, estos seÃsmos se deben a un fenómeno de liberación de tensiones preexistentes, que alcanzan valores por encima del umbral de estabilidad, gracias a una serie de tensiones suplementarias como pueden ser el peso del agua almacenada o la debilitación de la roca, como consecuencia de las infiltraciones.Â
No obstante, sin un estudio completo, no debe suponerse que toda la manifestación sÃsmica en la zona del embalse es imputable a los efectos de éste.Â
Con el fin de estudiar la posibilidad de movimientos sÃsmicos inducidos, es recomendable efectuar un reconocimiento del estado actual de las tensiones tectónicas, tanto en la región como en el vaso, asà como un estudio d las fallas próximas, activas o no. Embalsados y desembalsados lentos pueden reducir, en cierto modo, la posibilidad de seÃsmos inducidos.Â
Autor. Miguel Ãngel Fernández Enrique. Ingeniero Técnico de Obras Públicas con especialidad en HidrologÃa.
Puedes conocer más sobre los últimos números de Cimbra, la revista de IngenierÃa Civil del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, en este link.Â