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Grandes infraestructuras. El puente del estrecho de Mesina

Lunes, 10 Julio, 2023

En la entrega de este mes de “Grandes infraestructuras†del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, hablamos de una construcción que todavía no se ha llevado a cabo pero que, por su importancia y por su historia, merece ser analizada.

Se trata del puente de conexión entre la península itálica y Sicilia, aprobado el pasado marzo. “El ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, confirmó la norma, que retoma una sociedad ya existente, Stretto di Messina (Estrecho de Mesina), y que ahora contará con la participación mayoritaria del Ministerio de Economía y el de Transportes, además de las regiones de Sicilia y Calabria (20 Minutos)â€. 

El que sería el puente más largo del mundo, de 3,3 kilómetros, salvaría el estrecho de Mesina y la separación entre los mares Jónico y Tirreno. Este proyecto, con origen en la reunificación italiana del siglo XIX, todavía no ha sido llevado a cabo, a pesar de la apuesta por diferentes gobiernos por la infraestructura.

De hecho, tras décadas en el cajón de las propuestas en Obras Públicas, se ha retomado esta idea, cuyos trabajos se iniciaron en 2006 bajo el mandato de Berlusconi. “En octubre de 2005, un consorcio internacional encabezado por la entonces Impregilo y del que formaba parte Sacyr, además de otras firmas, se adjudicaron el contrato para construir el mayor puente colgante del mundo por 4.400 millones de euros (Expansión). Tras años de no avanzar en las operaciones y un giro político hacia la austeridad, el puente de Mesina finalmente se paralizó por completo. 

El plan de 2006 contemplaba toda una serie de infraestructuras adicionales para hacer realidad la conexión entre Villa San Giovanni y la más grande isla italiana: “raíles de tren y dos vías peatonales (Wikipedia)â€, además de seis carriles en total de la autopista. “Para mantener una apertura vertical mínima para navegación de 65 metros, la altura de las torres será de 382,6 metros. Serían más altas que la mayor del Viaducto de Millau en Francia, que actualmente es el puente con las pilonas más altas del mundo. El sistema de colgado del puente apoyaría en dos pares de cables de acero, cada uno con un diámetro de 1,24 metros y un largo total, entre anclajes, de 5,3 km. El diseño incluye 20,3 km de enlaces por carretera y 19,8 de tren para el puente. En la península, el puente conectaría con la autovía Salerno-Reggio Calabria (A3) y a la planeada autopista de alta velocidad Nápoles-Reggio Calabria; sobre el lado siciliano, a las autovías Mesina-Catania (A18) y Mesina-Palermo (A20) y con la estación nueva Mesina, a construirse por la Red Ferroviaria Italiana (Wikipedia)â€.

No obstante el detalle de este plan, el que se tendrá en cuenta para la organización de los trabajos es el de 2011, el último planteado y que ha de ser revisado para su actualización en materia de normativa y de seguridad. 

Este último punto, el de la seguridad, es uno de los que más preocupan, dado que la zona del sur de Italia es una de mayor actividad sísmica del Mediterráneo. Además, tal y como han expresado diferentes organizaciones políticas y de ciudadanos, existe riesgo de intervención de entidades colaboradoras con la mafia en el proyecto, lo que constituiría un capítulo más de corrupción en el Estado italiano.

Más allá de las características técnicas del puente, que supone una proeza de la Ingeniería Civil moderna, se trata esta infraestructura, por parte del Gobierno, como una atracción turística que permita, además, la conexión directa entre Sicilia, la gran olvidada de Italia, y la península.

Además de favorecer las relaciones entre las regiones de Calabria y de Sicilia, este puente permitirá la unión de la península, uno de los objetivos ya planteados por los antiguos romanos y que podría materializarse en los próximos años.

Todavía sin fechas oficiales, esperamos que los trabajos planteados no se queden, de nuevo, en el cajón de las acciones por hacer en materia de Obras Públicas e inversión en infraestructuras.