
Grandes infraestructuras. El Coliseo de Roma
Miércoles, 22 Mayo, 2024Vuelve una de las secciones más leÃdas de la web del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, “Grandes infraestructurasâ€, donde se repasan obras de la IngenierÃa Civil, tanto antiguas como actuales y futuras, que destacan por su tamaño y complejidad.
En la época de pensar en las vacaciones de verano, no podemos obviar la inmensidad de Roma, como destino turÃstico (por supuesto) y, claro está, como ciudad de grandes infraestructuras de la IngenierÃa Civil más remota.
AsÃ, hoy conocemos un poco mejor el Coliseo, el anfiteatro Flavio, construido en el siglo primero después de Cristo. Su importancia reside en que, además de ubicarse en la capital del imperio, se trataba del de mayor tamaño.Â
Si bien su nombre no era Coliseo, recibió el mismo debido a la impresionante escultura que se ubicaba en la puerta, dedicado a Nerón. En cuanto a su capacidad, “en la antigüedad poseÃa un aforo para unos 65.000 espectadores, con 80 filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador, su familia y los senadores y, a medida que se ascendÃa, se situaban los estratos inferiores de la sociedad (Wikipedia)â€.
En cuanto a qué materiales se construyeron para su construcción, desde Sacyr nos lo explican: “A diferencia de los anfiteatros anteriores, que solÃan ser excavados en laderas para un apoyo adicional, el Coliseo es una estructura independiente. Este enorme edificio ovalado medÃa 188 metros de longitud, 156 metros de ancho y 57 metros de altura. Para su construcción, se utilizaron aproximadamente 100.000 metros cúbicos de mármol travertino (una clase de piedra caliza extraÃda cerca de la antigua Tibur), además de cemento romano, ladrillos y bloques de toba. También se utilizaron unas 300 toneladas de abrazaderas de hierro para unir los grandes bloques, que dejaron grandes marcas aún apreciables en las paredes del edificioâ€.
Mucha de su estructura siguió un modelo modular, realizado en las canteras y, posteriormente, montado en el terreno del coliseo. Además de la estructura superior, el Cosileo Romano cuenta con una estructura completa de túneles subterráneos que permitÃan alojar temporalmente a las bestias y a los gladiadores. La disposición de las esclusas de los bajos del Coliseo, además, permiten pensar que la arena se hundÃa y daba espacio al agua para la recreación de las batallas navales: “Algunos historiadores consideran que se redirigió un enorme acueducto hacia la arena. Otros creen que el sistema de cámaras y esclusas utilizado para drenar la arena era también empleado para llenarla. Posiblemente, estas cámaras se llenaban de agua antes del evento y se abrÃan para inundar asà el escenario con más de un millón de galones de agua, creando una profundidad de 1,5 metros (Sacyr)â€.Â
“El Coliseo se usó durante casi cinco siglos, celebrándose en los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caÃda del Imperio Romano de Occidente en 476 d. C. Los bizantinos también lo utilizaron durante el siglo VI. Además de las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenÃan lugar aquÃ, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas y obras de teatro basadas en la mitologÃa clásica. El edificio dejó de emplearse para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, sirvió como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera (Wikipedia)â€.Â
Ahora dedicado al turismo, lo cierto es que esta infraestructura ha sufrido toda una serie de suertes a lo largo del tiempo. Su buena construcción y el buen hacer de los Ingenieros de la época nos ha permitido conocer hoy esta gran infraestructura del Imperio Romano.