
Vida en Tenerife de AgustÃn de Betancourt
Martes, 10 Septiembre, 2024AgustÃn de Betancourt y Molina nace el 1 de febrero de 1758, en la casa familiar situada en el inmueble que actualmente ocupa el Hotel Monopol, en la calle de Quintana, número 15 de la ciudad del Puerto de la Cruz, núcleo llamado en aquella época Puerto de la Orotava, en el norte de Tenerife.
Siendo bautizado a los seis dÃas, el siete de febrero de 1758, en la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, ubicada frente a dicha casa familiar, con el nombre completo de AgustÃn José Pedro del Carmen Domingo de Candelaria de Betancourt y Molina.
Nace en el seno de una familia acomodada, de la nobleza insular de Tenerife. Su padre fue el Teniente Coronel de los Reales Ejércitos Don AgustÃn de Betancourt y Castro, Caballero de la Orden de Calatrava, natural de Las Palmas de Gran Canaria (1720), descendiente de familias de conquistadores de las islas, nieto de Don Marcos Francisco de Betancourt y Castro, Gobernador y Capitán General de Venezuela. Ostentó el mayorazgo de su casa, por lo que el grueso del patrimonio familiar recayó en su custodia. Su madre fue la aristócrata Doña Leonor de Molina y Briones – Monteverde, hija de los Marqueses de Villafuerte, natural de Garachico (1725), en Tenerife. Ambos eran personas destacadas en el ámbito económico y social de la isla de Tenerife y sobresalÃan por su esmerada educación.
Contrajeron matrimonio en La Orotava en 1755, él con 35 años y ella con 30, engendrando once hijos: José, AgustÃn, MarÃa del Carmen, Juan, MarÃa Magdalena, Pablo, Luisa, Catalina (de la cual tubo predilección su hermano AgustÃn), MarÃa del Pilar, Leonor y Marcos. Tanto Juan, Magdalena como Leonor murieron a muy temprana edad.
Primeros años
Los primeros años de la vida de AgustÃn de Betancourt discurre entre las diferentes posesiones de la familia: las haciendas de la Rambla de Castro, la Zamora e Icod El Alto, todas en lo que hoy es el municipio de Los Realejos, y el propio domicilio del Puerto de la Cruz, con estancias en La Orotava, San Cristóbal de la Laguna y Garachico, por obligaciones familiares y sociales de sus padres.
La responsabilidad de su educación recae en su madre Leonor, ya que su padre se debe a la administración de las haciendas y de los negocios, relacionados con la exportación de vinos y con la elaboración de tejidos, cogiendo gran relevancia los elaborados con seda.
Su madre se procuró con una minuciosa perseverancia en que todos sus hijos, indistintamente del sexo, tuvieran una exquisita educación. Ella les enseñó a leer y a escribir, música, artes y francés, sin olvidar los valores, los modales y las reglas sociales que requerÃan las personas de su clase.
Su padre apoyó esta labor y fomentó la curiosidad y la experimentación, introduciendo en las ciencias a sus hijos con excursiones y permitiendo el acompañamiento de los mismos en sus quehaceres diarios. Siempre que hubo oportunidad, procuró que las personas más insignes de la sociedad cultural tinerfeña apoyaran, ampliasen y mejoraran la formación de sus vástagos. El más representativo de todos ellos fue Don José de Viera y Clavijo (Los Realejos, 1731 – Las Palmas de Gran Canaria, 1813), siendo el mayor exponente de la ilustración canaria.
AgustÃn se crÃa y crece en una ambiente culto, refinado y liberal, en una de las mejores familias ilustradas de Tenerife. Su niñez la pasa jugando juntos a sus hermanos entre telares y, según el mismo, fue lo que le dio origen a su afición a las artes mecánicas. A su temprano interés por este arte contribuyeron la excelente biblioteca familiar y los molinos harineros de gofio del Valle de la Orotava.
Desde muy joven, con sus hermanos José y MarÃa del Carmen, acompañaba a su padre a las famosas reuniones de la Tertulia de Nava, en San Cristóbal de la Laguna, germen de lo que será la prestigiosa Real Sociedad Económica Amigos del PaÃs de La Laguna. Esta fue fundada en 1777, bajo el auspicio de Carlos III, con el objetivo de apostar por planes de reforma en el ámbito de la agricultura y de los gremios artesanales con unos fines más útiles y prácticos.
Tertulia de Nava
La Tertulia de Nava, organizada por el V Marqués de Villanueva del Prado, Don Tomás de Nava Lino y Grimón, en su casa-palacio de Nava, contribuyó a difundir las novedades que se propagaban por la Europa moderna. Se convirtió en un fructÃfero medio de difusión de los conocimientos innovadores y del cambio de las mentalidades ancladas aún en el Antiguo Régimen.
Desde sus orÃgenes, se adoptó una postura contraria al control de la Iglesia sobre el conocimiento, inclinándose por una progresiva secularización de los saberes. En ella, se dieron cita personalidades de las clases nobiliarias y militar de la isla de Tenerife, en la que Viera y Clavijo se erigió en protagonista y artÃfice dinamizador de las diversas actividades que en ella se llevaron a cabo.
El lugar favorito de AgustÃn de Betancourt, que no deja de acordarse a lo largo de toda su vida, tanto en Madrid, como más tarde en ParÃs, Londres y San Petersburgo, fue la Hacienda de la Rambla de Castro, lugar de sus recuerdos felices, en donde las tareas y obligaciones se combinaban con las actividades lúdicas y de esparcimiento familiares.
En ella, es donde despertó y desarrolló toda su curiosidad por conocer y comprender. Con su padre y con su hermano José descubrÃan, discutÃan e implementaban los ingenios de la época para dominar el flujo del agua que regaba la hacienda. El disponer de este recurso en tal grado, permitió que esta finca fuera de las más frondosas y hermosas del norte de Tenerife.
Un ejemplo de la actividad ilustrada en la que estaban inmersos los Betancourt y Molina y muestra de las tempranas inquietudes cientÃficas del joven AgustÃn fue la observación, en compañÃa de Viera y Clavijo, del tránsito de Venus por delante del disco solar, el tres de junio de 1769. Este movimiento fue anunciado por el astrónomo inglés Halley en 1716, en el domicilio familiar de Puerto de la Cruz. De esta observación, AgustÃn, con once años, redactó una pequeña memoria del fenómeno.
La Orotava
Llegado a un cierto nivel en la educación de José y AgustÃn, por consejo de Viera y Clavijo, la familia Betancourt y Molina deciden mudarse a La Orotava, a una vivienda de familiares de la madre, para que ambos ingresen en el Convento de Santo Domingo de Guzmán, de la orden de los Dominicos, para recibir una formación reglada. En este centro también estudiaron otros grandes ilustrados tinerfeños, como el fabulista Tomás de Iriarte y el propio Viera y Clavijo.
El ingreso en este centro no frenó las costumbres ilustradas de sus padres con sus hijos. Todo lo contrario, se dedicaron más aún si cabe a aportarles las necesidades que requiriese su sed de conocimiento y de experimentación.
Prueba de ello fue la excursión que realizaron, el 14 de noviembre de 1776, José, AgustÃn y su padre, acompañados por otros ilustrados a la Cueva del Viento, en Icod de los Vinos, el quinto tubo volcánico más largo del mundo. De dicha excursión surgió una memoria que incluÃa la descripción de la cavidad, el plano y un gran número de observaciones. Este informe fue, posteriormente, presentado en la Tertulia de Nava.
Durante este periodo, la amistad con su hermano mayor José crece y se hacen inseparables, generándose una admiración entre ambos, que perdurará durante los siguientes años.
Con 19 años, AgustÃn de Betancourt se convierte en todo un erudito en la sociedad tinerfeña, siéndole reconocido en varias ocasiones su inventiva en los campos más diversos. Junto a su hermano José, son vinculados como fundadores de la ya citada Real Sociedad Económica de Amigos del PaÃs de La Laguna. Son constantes las apariciones de ambos hermanos, presentando diversos trabajos en dicha institución.
Algunos de sus diseños han sobrevivido al paso del tiempo, un molino harinero o una máquina de hilar de seda (la máquina epicilÃndrica), desarrollada en colaboración con su hermana MarÃa del Carmen, y de otros de los cuales se conservan testimonios indirectos.
Siguiendo con la tradición familiar, el uno de julio de 1777, AgustÃn de Betancourt ingresa como Cadete en el Regimiento de InfanterÃa de la Orotava. Al año siguiente, el seis de marzo de 1778, asciende a Subteniente y el 13 de mayo de 1778, es promovido a Teniente.
El ambiente de trabajo y las inquietudes intelectuales de la familia, su aptitud y su predisposición para el estudio cientÃfico, asà como su habilidad técnica y artÃstica, fueron las circunstancias propicias para que el joven AgustÃn comenzara a plantearse ampliar sus conocimientos en otras latitudes. Por tal motivo, la familia decidió afrontar el esfuerzo económico que ello representaba, a pesar de obtener una pensión por Carlos III, para estudiar en los Reales Estudios de San Isidro y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
El 19 de octubre de 1778, con veinte años, embarca desde el Puerto de Santa Cruz de Tenerife rumbo a Cádiz, para no regresar nunca más a su tierra natal.
Autor. Carlos Quintana González de Chaves. Ingeniero Técnico de Obras Públicas e Ingeniero Civil. Profesor Asociado de la Universidad de la Laguna, Ãrea de IngenierÃa e Infraestructura del Transporte. Miembro de la Asociación Tertulia Amigos del 25 de Julio. Miembro de la Fundación CorreÃllo La Palma.
Puedes acceder al artÃculo completo en el número 425 de Cimbra, la revista de IngenierÃa Civil del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas.