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El Ingeniero Civil en... la Gestión de Recursos Hidráulicos

Martes, 29 Octubre, 2024

En todos los medios de comunicación vemos como los titulares se llenan de titulares sobre alteraciones climáticas. Alteraciones climáticas llenan los espacios informativos con precauciones, especialmente cuando una masa de aire frío se aisla de la corriente normal y genera unas condiciones atmosféricas inestables y potencialmente peligrosas. Así está siendo el caso de estas semanas con la irrupción de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) afectando a una gran parte de la península, sobre todo en la Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía y Castilla-La Mancha. 

Ante esta realidad, desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas nos planteamos, al igual que muchos de nuestros compañeros, cómo los ingenieros civiles podemos contribuir a mitigar o, al menos, retrasar los desastres que estas alteraciones pueden provocar en las infraestructuras, así como garantizar la seguridad de la ciudadanía  y proteger al medio ambiente. Es fundamental conocerlas competencias técnicas para la planificación y diseño de obras para que sean resistentes y adaptativas en situaciones extremas como esta.

Aprender a cómo implementar sistemas de drenaje eficientes y diseñar espacios públicos que mitiguen el impacto de las lluvias intensas es fundamental en este contexto. Además, la colaboración con equipos de respuesta a emergencias y el conocimiento de normativas y protocolos se vuelven esenciales para asegurar que las obras cumplan con las exigencias legales y las expectativas de la comunidad. La experiencia reciente con la DANA ha hecho evidente la importancia de integrar la gestión del agua y la planificación urbana, lo que permite a los ingenieros técnicos abordar de manera efectiva los desafíos contemporáneos en las infraestructuras urbana. 

Iniciativas 

Por ejemplo, la implementación de jardines de lluvia y pavimentos permeables puede ayudar a reducir el desbordamiento de agua, permitiendo que este agua se infiltre en el suelo en lugar de llegar a las calles. Asimismo, la construcción de tanques de retención subterránea permite almacenar temporalmente el agua de lluvia, liberándola gradualmente y evitando inundaciones. En algunos municipios, se han diseñado sistemas de drenaje que conectan parques urbanos con redes de alcantarillado, actuando como zonas donde se amontone de manera segura durante estas tormentas intensas.

Otra iniciativa que ha sido propuesta por varias agrupaciones ecologistas es la integración de infraestructuras con el tejados verdes. Esto no solo ayudaría a a reducir el efecto del agua torrencial, sino que aportaría calidad al aire y al propio bienestar de los habitantes de la misma.