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Grandes Infraestructuras. Expo Zaragoza 2008

Lunes, 20 Enero, 2025

Desde el 14 de junio de 2008 hasta el 14 de septiembre de ese mismo año, y bajo el nombre de "Agua y desarrollo sostenible", la ciudad de Zaragoza acogió una de las exposiciones internacionales más importantes y conocidas del siglo XXI. La Expo 2008 no solo fue un evento de carácter cultural, sino que representó una verdadera transformación en términos de infraestructura y sirvió como modelo y referente en la integración del carácter sostenible en instalaciones. La reciente noticia del fallecimiento de uno de los visionarios e impulsores, el arquitecto Carlos Miret Bernal, significa una gran pérdida para la arquitectura y la ingeniería, ya que su trabajo marcó un antes y un después en la forma en que se conciben las grandes obras urbanísticas.

El recinto de la Expo, se caracterizó por tener un diseño innovador y vanguardista. Combinó elementos de alta tecnología con una sorprendente conciencia ecológica, con infraestructuras centradas en reflexionar sobre el futuro del agua, la sostenibilidad y el desarrollo urbano.

Fue una pieza clave en la transformación urbanística de Zaragoza, caracterizándose por una serie de infraestructuras que no solo siguieron la línea de los objetivos del evento, sino que dejaron un legado duradero en la ciudad. Una de las principales características de las que podríamos hablar del recinto es la perfecta integración de zonas urbanas con el propio entorno natural de la ciudad buscando desde el primer paso el cuidado del medio ambiente. Uno de los elementos más característicos y pioneros que utilizaron durante la ideación del proyecto está la reutilización del agua hasta la implementación de energías renovables

Sostenibilidad hidráulica 

La Torre del Agua, diseñada como un ícono arquitectónico, destacó por su estructura futurista y su uso de tecnologías de eficiencia energética. Con 76 metros de altura, la torre se convirtió en un símbolo de la Expo, además de ser un punto de observación y un centro de interpretación sobre el agua y su relación con el desarrollo sostenible. La estructura de la torre no solo fue un desafío arquitectónico, sino también ingenieril, ya que integraba sistemas de captación y reutilización de aguas pluviales, lo que reforzaba el mensaje central de la exposición.

Otro ejemplo destacado fue el Pabellón Puente, una de las infraestructuras más complejas y emblemáticas de la Expo. Diseñado para servir de entrada principal al recinto, este puente de hormigón atirantado atravesaba el río Ebro, conectando el centro de la ciudad con la zona de la Expo. Además de su funcionalidad como puente, la estructura fue concebida como un pabellón de exposiciones, con una enorme pasarela elevada que ofrecía vistas panorámicas sobre el entorno. La construcción del Pabellón Puente implicó un enorme reto ingenieril, ya que tuvo que adaptarse a las condiciones del terreno y al paso del río, y se convirtió en un símbolo de la innovación tecnológica en la arquitectura y la ingeniería.

Del mismo modo, el Pabellón de la Música, diseñado por los arquitectos más destacados, presentó una estructura que fusionaba estética y funcionalidad. Con una superficie de más de 5.000 metros cuadrados, este pabellón se convirtió en el epicentro de la cultura durante el evento, albergando conciertos, conferencias y exposiciones. Su diseño fue un ejemplo de la capacidad de la arquitectura moderna para integrar la acústica y el diseño arquitectónico de una manera sostenible, utilizando materiales que optimizaban la eficiencia energética.

Además de estos edificios emblemáticos, la Expo 2008 incluyó un sinfín de infraestructuras complementarias como el Palacio de Congresos, la Pasarela del Voluntariado y una serie de caminos y accesos adaptados al transporte especializado de los grandes componentes de los aerogeneradores. Estos accesos fueron esenciales para permitir el transporte de los materiales necesarios para la construcción de las instalaciones eólicas y las infraestructuras de evacuación de energía, que también formaron parte del proyecto global de la Expo. Los sistemas de evacuación de la energía generada en la Expo se conectaron con la subestación de la Red Eléctrica de España en Castellón, asegurando que la energía producida por las fuentes renovables estuviera adecuadamente distribuida.

Hasta hoy

Finalmente, la Expo 2008 dejó un legado en términos de infraestructura urbana. No solo se mejoraron los accesos a la zona de la Expo y se rehabilitaron diversas áreas urbanas, sino que también se impulsaron proyectos de sostenibilidad que continúan siendo parte de la vida cotidiana de Zaragoza. La Expo no solo fue un hito de innovación arquitectónica y tecnológica, sino que consolidó a la ciudad como un referente en el desarrollo de infraestructuras sostenibles y vanguardistas, marcando un antes y un después en la manera en que las ciudades abordan los desafíos medioambientales y de desarrollo urbano.

Este legado sigue vivo en la ciudad de Zaragoza, cuyas infraestructuras continúan operando con una visión de futuro, siempre alineadas con los principios de sostenibilidad que definieron a la Expo 2008.