
Gran éxito del VII Congreso de IngenierÃa Romana en Zaragoza
Lunes, 17 Febrero, 2025El VII Congreso Internacional de IngenierÃa Romana, organizado por la Fundación de la IngenierÃa Civil y el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, se celebró con gran éxito del 13 al 15 de febrero de 2025 en el Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
Durante tres dÃas, centenares de profesionales, académicos y entusiastas de la ingenierÃa civil se reunieron para explorar y debatir sobre las avanzadas infraestructuras de la antigua Roma. El evento incluyó ponencias de expertos internacionales, mesas redondas y visitas culturales, ofreciendo una plataforma para el intercambio de conocimientos y la colaboración en el ámbito de la ingenierÃa histórica.
La conferencia inaugural estuvo a cargo de Isaac Moreno Gallo, Ingeniero Civil e Historiador, quien presentó una visión general de las innovaciones en ingenierÃa civil durante el Imperio Romano. A lo largo del congreso, se abordaron temas como la construcción de carreteras romanas, sistemas de distribución de agua, técnicas de drenaje y métodos de navegación utilizados en la antigüedad.
Ponentes
Además de la ponencia de Isaac Moreno Gallo , el congreso incluyó intervenciones de renombrados expertos en ingenierÃa y arqueologÃa, quienes profundizaron en diversos aspectos técnicos de las infraestructuras romanas como por ejemplo
Mike Haken y Robert Entistle
Ambos ponentes dedicaron su ponencia a detallar las carreteras romanas de Gran Bretaña. Mike las presentó como una una sorprendente diversidad en su diseño y construcción, lo que refleja tanto la ocupación militar como las necesidades de los asentamientos civiles. En el norte y oeste, la red de carreteras se desarrolló principalmente para fines militares, construida de manera rápida y básica debido a la dispersión de las fuerzas del ejército. Sin embargo, al sur y este de la Fosse Way, la red vial se expandió con una densidad aún mayor, relacionada con la existencia de pequeños pueblos romanos, los vici, que no tenÃan grandes ciudades cercanas. Estos asentamientos fueron responsables de crear y mantener sus propias infraestructuras, incluyendo las carreteras. A pesar de la relevancia de estas vÃas en la organización territorial romana, muchas de las rutas del sureste de Gran Bretaña no han sido excavadas a fondo en los últimos años, lo que limita el conocimiento completo sobre su construcción y uso. Robert explicó en su presentación que en los últimos años se ha demostrado que muchas de las carreteras romanas en Gran Bretaña fueron planificadas en varias fases de levantamiento, y no simplemente a través de un solo proceso de medición. Un ejemplo destacado que mencionó fue el de Hadrian’s Wall, donde inicialmente se trazó una alineación principal de 15 km que luego se desvió en cinco tramos más pequeños para adaptarse a consideraciones tácticas. En otras carreteras, como la Fosse Way, también se identificaron alineaciones de larga distancia en las primeras fases de construcción, aunque en sus extremos la ruta se modificó, como ocurrió con la intersección con Watling Street. Estos hallazgos, según explicó Poulter, demuestran que las carreteras romanas fueron el resultado de un proceso mucho más complejo y prolongado a lo largo del tiempo.
Andrew Birley
Birley explicó porqué Vindolanda está considerado como un tesoro arqueológico para los británicos. Este fuerte es un sitio romano fascinante, famoso por la conservación de sus fortificaciones de madera y los restos de pueblos enterrados bajo edificios de piedra. Fundado en 85 d.C. por la 1ª cohorte de Tungrios, se construyó para proteger la carretera este-oeste que conectaba los centros romanos de Carlisle y Corbridge. A lo largo de los años, el asentamiento fue remodelado y ampliado varias veces, lo que presentó grandes desafÃos de ingenierÃa. En particular, los problemas de agua fueron notables, ya que las tuberÃas de agua se contaminaban debido a la acumulación de residuos de construcciones previas. Sin embargo, en 105 d.C., la 1ª cohorte de Tungrios, al regresar al sitio, aprovechó la oportunidad para mejorar la infraestructura, instalando un avanzado sistema de tuberÃas de madera, conectadas a nuevas fuentes de agua más alejadas, y selladas para evitar filtraciones.
Andrea Matranga
El profesor de la Universidad de Bolonia recordó que los acueductos romanos representan una de las mayores hazañas de ingenierÃa de la antigüedad y desde siempre han sido esenciales para suministrar agua a las ciudades y garantizar su funcionamiento en diversas áreas, como el abastecimiento, la sanidad y el ocio. Su construcción requirió un conocimiento avanzado de hidrologÃa, topografÃa y técnicas de construcción, ya que los ingenieros romanos lograron mantener un gradiente constante a lo largo de grandes distancias, superando obstáculos naturales como montañas y valles mediante puentes, túneles y sifones. Este proceso involucró una planificación precisa y un uso eficiente de materiales, combinando conocimientos técnicos y habilidades de gestión de proyectos. La investigación moderna sobre estos acueductos, utilizando herramientas computacionales y análisis geoespaciales, busca entender cómo los romanos tomaban decisiones sobre rutas y métodos constructivos, lo que también ofrece lecciones valiosas para la ingenierÃa contemporánea, especialmente en proyectos que enfrentan terrenos difÃciles.
Marco Placidi y Alfonso DÃaz Boj
Los dos emisarios explicaron que que los "Colli Albani", cerca de Roma, son un grupo de colinas volcánicas que forman parte de un antiguo edificio volcánico, el "Volcán Lacial". La actividad volcánica en la zona duró unos 700,000 años, con erupciones violentas que culminaron hace unos 40,000 años, creando cráteres bien conservados. Estos cráteres fueron inicialmente invadidos por agua, formando lagos volcánicos como los de Albano y Nemi. A partir del siglo VI a.C., la intervención humana, principalmente por latinos, etruscos y romanos, modificó este entorno natural. Se excavaron canales para drenar el agua de los cráteres, y en los lagos, se crearon emisarios subterráneos para regular su nivel. El emisario de Albano, construido en el siglo IV a.C., es uno de los más importantes. También se destaca el emisario de Nemi, cuya datación y contexto histórico han sido objeto de debate, ya que no está tan documentado en las fuentes históricas. A pesar de las pocas fuentes históricas, estudios recientes han demostrado que estas obras de drenaje son de origen romano, y los investigadores continúan explorando el emisario de Nemi. Este sistema de drenaje, que regulaba los niveles de los lagos, ha estado en funcionamiento hasta el siglo XX, cuando su nivel descendió debido a la extracción de aguas subterráneas.
Julián Torrecillas Moya
En su conferencia explicó como la madera fue un recurso crucial en la Antigua Roma, utilizado en la construcción, transporte, fabricación de herramientas y otros productos cotidianos. Sin embargo, ha sido poco estudiada debido a su deterioro en las excavaciones arqueológicas, ya que tiende a descomponerse con el tiempo. A pesar de su importancia, la madera se convirtió en un recurso escaso debido a la deforestación causada por el exceso de explotación para satisfacer las necesidades del Imperio. La sobreexplotación de los bosques afectó regiones como Asia Menor y contribuyó a problemas como la escasez de recursos, que empeoraron con el aumento de la población y la expansión imperial.
José Manuel de la Peña
El Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos explicó porque los romanos no almacenaban agua para consumo humano en embalses, a pesar de las grandes infraestructuras que construyeron para su transporte. En lugar de almacenar el agua, construyeron una compleja red de acueductos que traÃa agua limpia y pura desde manantiales de montaña. Esta agua era preferida por su salubridad, mientras que los embalses solo se usaban para la agricultura, la ganaderÃa y el riego. Ni Vitruvio ni Frontino mencionan el uso de presas para el consumo humano. Los romanos querÃan agua en constante movimiento, sin almacenarla, y la recogÃan en fuentes o acueductos. La falta de almacenamiento se debe a una concepción diferente de la gestión del agua, que hoy entenderÃamos como un recurso de consumo inmediato, no como un recurso almacenado.
MarÃa José Castillo
Expuso en su ponencia como en tiempos romanos, el rÃo Ebro representaba un cauce mucho más amplio y profundo, lo que lo hacÃa ideal para el transporte fluvial, una opción mucho más eficiente que las rutas terrestres. Este detalle, que ella describe en su investigación, refleja cómo los romanos aprovechaban las ventajas de los rÃos navegables, algo que resulta de gran interés para un ingeniero que estudia el impacto de los recursos hÃdricos en la economÃa y el transporte. De hecho, el Ebro no solo era una vÃa comercial crucial para la exportación e importación de productos, sino que también servÃa como una vÃa natural hacia la Meseta, lo que favorecÃa la expansión territorial y económica del Imperio Romano. Este dato es relevante desde una perspectiva ingenierÃa hidráulica, ya que muestra cómo el diseño y la construcción de infraestructuras como canales y puertos permitÃan optimizar los recursos hÃdricos para fines económicos.
Además de las sesiones académicas, los participantes tuvieron la oportunidad de visitar diferentes sitios arqueológicos en Zaragoza, una ciudad que conserva una notable herencia romana, enriqueciendo la experiencia del congreso.