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“Terminar el curso de manera online fue un agravio sin precedentes en la historia de nuestro país”

Martes, 15 Septiembre, 2020

El Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas ha realizado una entrevista a Damián Pazos, Presidente del Colectivo de Representantes de Estudiantes de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y de Ingeniería Civil (CREIC), con motivo del inicio del curso escolar 2020/2021. Un acercamiento a la postura de los estudiantes de Ingeniería Civil para conocer más sobre la vuelta a las aulas y la visión de los mismos ante los retos y la incertidumbre de la pandemia. 

Pregunta. En vuestras redes sociales, habéis llevado a cabo una campaña de concienciación sobre el uso de la mascarilla y la aplicación de la distancia social entre los estudiantes. ¿Creéis que los más jóvenes se están tomando en serio las medidas aconsejadas por el Ministerio de Sanidad de cara al inicio de las clases? 

Respuesta. A pesar de que, a veces, en muchos medios de comunicación se quiere culpar a los jóvenes del aumento de los rebrotes, nosotros creemos que la mayor parte del estudiantado está muy preocupado y concienciado por un inicio lo más seguro posible de las clases. Somos conscientes de la situación actual y, por eso, desde el CREIC, hicimos una campaña para aumentar aún más la concienciación entre nuestro público objetivo y demostrar que nosotros somos los primeros en preocuparnos. Al acabar la carrera, en todo proyecto se nos pedirá ser responsables y que velemos por el bienestar de la sociedad. Por ello, creemos que cumplir estas medidas que se nos piden es una manera de empezar y demostrar la responsabilidad de la generación de profesionales de Ingeniería Civil que viene. 

Pregunta. En cuanto a la vuelta, con las medidas del Ministerio de Universidades, que promueve la formación online y la asistencia por cupos, ¿pensáis que se trata de acciones que se puedan cumplir sin perjudicar la enseñanza?

Respuesta. Consideramos que esto debe adaptarse a cada universidad y a cada centro. Hay unas titulaciones con menos demanda que otras y, por tanto, con menos estudiantes por aula, por lo que el tema de cupos, que en cierta parte perjudica la enseñanza, no tendría que ser necesario en todo momento. En cambio, en aquellos centros con un alto grado de matriculados no quedará otro remedio que partir horarios, acudir a la semipresencialidad o a otras medidas que salvaguarden la salud pública. Esto siempre acarreará un cierto desgaste en el estudiantado y en el profesorado, lo que dará lugar a un perjuicio en la calidad en la enseñanza con respecto a otros años o a otros centros. 

Pregunta. Un curso que comienza con apoyo online y uno que terminó sin clases. ¿Creéis que se ha visto disminuido el grado de aprovechamiento de los grados en este punto? ¿Cómo se ha visto por parte de los estudiantes esta nueva modalidad? ¿Han sido los exámenes tan exigentes como en años anteriores o se ha puntuado de manera más laxa? 

Respuesta. Igual que este curso 2020/2021, cada universidad va a actuar de una manera, al finalizar el curso pasado cada una lo hizo del modo que mejor podía o mejor creía conveniente. Esto llevó a una amplia disparidad según la zona, pero en general, sí que podemos considerar que el curso de los grados no fue aprovechado en su totalidad y que fue peor que haberlo gestionado presencialmente. 

En relación con el punto de vista de los estudiantes, hay un rotundo consenso en que ha sido un curso peor que los anteriores. Ha podido tener ciertas ventajas, en forma de flexibilidad horaria, por ejemplo, pero, en su mayoría, terminar el curso de manera online fue un agravio sin precedentes en la historia de nuestro país. 

Por último, en relación con esta pregunta, como en la mayoría de los casos, hubo disparidad a la hora de evaluar, diferencias tanto según la Universidad como según la asignatura. Desde aquí, queremos hacer un agradecimiento a todo aquel profesorado que comprendió la situación que se estaba viviendo y supo adaptar la evaluación para ser más comprensivos y justos con sus estudiantes, ya que consideramos que en un estado de emergencia sanitaria como el que vivimos en esos meses, no podía pretenderse evaluar de la misma forma que en una situación al uso, esto sin implicar evaluar con menor dificultad. Ahora, respondiendo directamente a la pregunta, sí, consideramos que los exámenes, en general, han evaluado de forma más laxa que otros años.

Pregunta. En carreras técnicas, como la de Ingeniería Civil, ¿es posible una formación que presente un alto porcentaje de formación no presencial? ¿Qué ha ocurrido con las prácticas de los últimos cursos?

Respuesta. Este ha sido uno de los mayores problemas con los que se nos hemos encontrado. Muchas asignaturas requieren prácticas de campo y/o de laboratorio y visitas a obras para poder entender mejor como funciona nuestra profesión, pero esto no ha podido realizarse debido a la pandemia que nos sigue golpeando actualmente. 

Por otra parte, también ha habido muchos problemas para poder realizar prácticas en empresas, con lo que muchos estudiantes han visto mermadas sus capacidades de adquirir experiencia real, que después ayudaría mucho a la hora de incorporarse al mercado laboral.

Pregunta. Sois un órgano de representación de los estudiantes. ¿Habéis recibido alguna comunicación directa del Ministerio informando de la vuelta a las aulas? ¿Cómo están viviendo los estudiantes esta incertidumbre?

Respuesta. Ni un solo comunicado. El Ministerio de Universidades ha estado bastante ausente en este tema, al fin y al cabo, es un Ministerio cuyas capacidades están menguadas, ya que las Universidades son entes bastante autónomos y cuyas decisiones que más les repercuten son las tomadas por el Ministerio de Educación, pero éste, a su vez, toma a las Universidades poco en cuenta porque ya hay otro Ministerio encargado, supuestamente, de ellas. 

Pregunta. ¿Creéis que se os ha tenido en cuenta para organizar la vuelta a la universidad? ¿Qué medidas propondríais?

Respuesta. Rotundamente no, ni a nosotros ni a la mayoría de los órganos y asociaciones equivalentes de ámbito nacional que representan a otras titulaciones y a otras universidades. 

Las medidas que propondríamos, serían básicamente, cuatro:

  • Mayor colaboración entre Ministerios y universidades desde un principio, ya que como he comentado, los protocolos son muy dispares y en muchas universidades no están ni terminados. 
  • Mayor colaboración con asociaciones y órganos de representantes de estudiantes tanto a nivel nacional como a nivel Universidad. 
  • Redistribución del presupuesto de cada Universidad de cara a poder garantizar más grupos en los centros, con lo que se pueda permitir reducir el índice de docencia semipresencial y telemática. 
  • Flexibilización de los requisitos de becas para el estudio. Nos parece inaudito que con toda esta situación, los estudiantes becados sean los únicos que no han visto modificadas las condiciones para el acceso a estas becas, aun conociéndose las dificultades que se han tenido que vivir y que han podido llevar a no cumplir ciertos de estos requisitos por motivos académicamente ajenos. 

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