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El Ingeniero Civil en… La Nueva Movilidad

Viernes, 19 Febrero, 2021

La Nueva Movilidad “implica el derecho de cada ciudadano a desplazarse cómo, cuándo y a dónde quiera. […] La persona es el centro, sin duda. También lo son las ciudades, grandes prescriptores y reguladores del transporte”. Así lo describe José Vicente de los Mozos, Presidente de  Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), uno de los agentes primordiales en la difusión de este nuevo paradigma. 

A la hora de establecer los puntos principales para alcanzar la Nueva Movilidad, entendida ésta como la opción más sostenible para el movimiento de mercancías y de personas, la empresa de infraestructuras Abertis, para El Mundo, establece nueve puntos principales: movilidad compartida, transporte público, vehículos eléctricos y autónomos, vehículos sin motor, infraestructuras y trazados, Big Data, aplicaciones, voluntad de servicio e inclusión y un nuevo lenguaje de innovación.

En toda esta amalgama de nuevos conceptos, ¿dónde entra el Ingeniero Civil? A la hora de establecer las funciones de nuestros profesionales en las nuevas ciudades, implicadas directamente en el desarrollo de la Nueva Movilidad, encontramos los siguientes pilares fundamentales: urbanismo, transportes e infraestructuras. 

Urbanismo

Definido por la Real Academia de la Lengua como “Organización u ordenación de los edificios y espacios de una ciudad”, se trata de una disciplina fundamental para el desarrollo de la Nueva Movilidad. En este sentido, el Ingeniero Civil es el responsable de la implantación de los servicios básicos de las ciudades (agua, gestión de residuos, electricidad, etc.), así como de la introducción de nuevos elementos en el mapa urbano. Es el caso de las infraestructuras de carga de vehículos eléctricos, aparcamiento para bicis, zonas verdes, etc.

Con una tendencia hacia la consecución de espacios verdes y centros de las ciudades peatonales, el Ingeniero Civil ha de unificar las necesidades de las urbes como un conjunto de actividades económicas y las de sus habitantes, como individuos que buscan áreas de esparcimiento al aire libre, sin ser perjudicados por los ratios de contaminación.

Por ello, desde 2015 y bajo la idea de Carlos Moreno, de la Sorbona, se ha acuñado la “Ciudad de los 15 minutos” que, según recoge Ecointeligencia, “propicia una disminución de los desplazamientos forzados que se producen en las ciudades hacia los lugares y servicios más frecuentes y a los que podemos acceder recorriendo una corta distancia a pie o en bicicleta”. 

Este tipo de ciudad, a la que tienden las grandes urbes, especialmente las europeas, se basan en tres características: 

  • “Cronourbanismo: El ritmo de la ciudad siga a humanos y no a los automóviles.
  • Cronotopía: Los metros cuadrados sirvan para muchas cosas distintas.
  • Topofilia: Amar nuestros barrios y que nos encante vivir en ellos”.

El urbanismo como herramienta y potenciación de la Nueva Movilidad, uno de los imperativos de los Ingenieros Civiles que, además de la reconfiguración de las antiguas ciudades europeas, cuentan con la responsabilidad de la creación de nuevos barrios en los que se convierta en realidad la “Ciudad de los 15 minutos”, con el peatón como gran protagonista. 

Transporte

En concreto, el transporte público, que permite la movilidad masiva de los habitantes, de una manera sostenible y con menor cantidad de emisiones. Para poder contar con una ciudad con un buen transporte público, el Ingeniero Civil ha de llevar a cabo un diseño consciente del espacio y de las necesidades de sus habitantes que, como comentábamos anteriormente, se encuentran en el centro de todo. En cuanto al nuevo transporte público, éste tiene que hacer frente a uno de los problemas del 2020: el miedo de contagio por COVID. 

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 se redujo el uso del transporte público de manera drástica, en comparación con el año anterior, tal y como recoge La Vanguardia: “El confinamiento y las restricciones a la movilidad a las que obligó la pandemia del coronavirus en 2020 hicieron que la demanda del metro en la capital disminuyera un 48,4 % y el uso del autobús un 45,1% con respecto a 2019, según las cifras del transporte de viajeros divulgadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En diciembre pasado, Metro transportó a 30.933.000 usuarios y el resto de transporte urbano 22.561.000 viajeros, -46,7 % y -31,7 %, respectivamente, frente al mismo mes de 2019. Según el INE, entre las ciudades que poseen metro Madrid es la que registró una bajada menor en diciembre, del 31,7 %, frente al mayor descenso que registró Sevilla, con -46,0 %. En toda la Comunidad de Madrid, el transporte en autobús registró en diciembre pasado 26.107.000 viajeros, -33,1 % menos que en diciembre de 2019 y -45,3 % en un año”. 

Por ello, el Ingeniero Civil ha de realizar un trabajo técnico pero también social, poniéndose en la piel de los usuarios de los servicios de transporte del país y ofreciendo múltiples opciones. Es ahí donde entran los vehículos privados como el coche, la moto y el patinete eléctrico. No nos podemos olvidar de la creciente tendencia de construcción de carriles bicis intercity, que permiten la comunicación de diferentes municipios, evitando así posibles contagios en espacios cerrados. 

Infraestructuras

De transporte y de tecnología. El 5G es el mejor aliado para la Ingeniería Civil y el desarrollo de la Nueva Movilidad, en varios aspectos. “Gracias al despliegue de la red 5G y la sensorización omnipresente en las vías públicas, los coches no necesitarán conductor y servicios como el carsharing, cuya rentabilidad actualmente está lastrada por la necesidad de operarios que trasladen eventualmente los vehículos de un punto a otro, se generalizarán aún más”, tal y como Tomás López Morales, en El País. 

Para poder ofrecer una alternativa al vehículo, se requieren infraestructuras adicionales, aptas para la recarga de los nuevos vehículos. En este aspecto, según los datos de ANFAC y del Barómetro de Electro-Movilidad, “España se mantiene a la cola de Europa en el indicador de penetración de infraestructuras de recarga, según el Barómetro, alcanzando 16,8 puntos, registrando únicamente una décima de crecimiento respecto al trimestre anterior. Esto sitúa a España diez puntos por debajo de la media Europa (27,3) y muy lejos de países con una clara apuesta por el desarrollo de infraestructura de recarga como Noruega (150,7 puntos), Holanda (121,3) o República Checa (95,6%), esta última que ha hecho un gran esfuerzo en la instalación de puntos de recarga rápida en los últimos meses”. 

Se necesita, por tanto, la labor de profesionales del ámbito de la Ingeniería Civil para la consecución de unas nuevas medidas de ayuda a una ciudad en constante cambio, que requiere de la realidad de las smartcities, también para la creación de espacios como los parking disuasorios, tan utilizados en países como Alemania.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

La Nueva Movilidad es uno de los aspectos primordiales en la Agenda 2030 y el gran pacto internacional de la Organización de Naciones Unidas para el desarrollo de un mundo más justo e igualitario, también en continuo respeto por el Medio Ambiente.

Dentro de esta iniciativa mundial, se encuentran los Objetivos de Desarrollo Sostenible, divididos en 17 grandes áreas, entre las que se encuentra el número 11, “Ciudades y Comunidades Sostenibles”: “Las ciudades y las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico, ya que contribuyen al 60 % aproximadamente del PIB mundial. Sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.

La rápida urbanización está dando como resultado un número creciente de habitantes en barrios pobres, infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados (como la recogida de residuos y los sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte), lo cual está empeorando la contaminación del aire y el crecimiento urbano incontrolado”, tal y como explican desde la ONU.

Una situación que requiere de profesionales formados en las últimas tecnologías y procedimientos de la Economía Circular, como son los Ingenieros Civiles.