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El Ingeniero Civil en… la gestión de aguas

Jueves, 25 Marzo, 2021

“La gestión del agua o la gestión de recursos hídricos es la actividad de planificar, desarrollar, distribuir y dirigir el uso óptimo de los recursos hídricos”. Esta definición básica, de Wikipedia, plantea el fundamento principal de uno de los ámbitos de actuación de los Ingenieros Civiles. 

Tradicionalmente, los Ingenieros Técnicos de Obras Públicas han centrado sus esfuerzos en el diseño y en la construcción de infraestructuras indispensables para la gestión del agua. Éstas pasan por canales, puertos, diques, redes de tuberías, alcantarillado, saneamiento, embalses, depuradoras y presas, entre otras. 

El Ingeniero Civil, además, cumple con la tarea de gestión de dichas infraestructuras, así como con la consecución de su mantenimiento a lo largo de su ciclo de vida. Una labor, para la que se encuentra especializado, que permite mantener los estándares de higiene mínimos necesarios en la sociedad.

Esto se ha visto, especialmente, durante la crisis sanitaria por COVID. Por un lado, el acceso generalizado al agua potable en nuestro país ha permitido mantener limpios los entornos públicos (tanto hospitales como colegios y el resto de áreas colectivas), como los privados (los hogares en los que la población ha vivido en confinamiento).

Por otro, predecir, a través de la gestión de residuos, cómo estaba afectando la COVID a diferentes poblaciones y el grado de contagio de las mismas. Una herramienta, tal y como nos comentaba SUEZ en el Día Mundial del Agua, que ha servido para adelantarnos a las futuras olas en plena pandemia. 

Un éxito de la gestión de esta materia prima que, sin embargo, no cuenta con un respaldo de las infraestructuras básicas, tal y como recogía El Economista, el pasado 21 de marzo y en relación a los datos proporcionados por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN): “España ya supera a Grecia en infracciones por baja inversión en materia medioambiental, un 47% inferior a la media de la Unión Europea. Gran parte de estos incumplimientos giran en torno a la gestión y tratamiento de los recursos hídricos. Nuestro país requiere de una inversión superior a los 5.000 millones de euros para mejorar el cumplimiento de las directivas y recomendaciones europeas y evitar sanciones millonarias”. 

Teniendo en cuenta dichas cifras, “solo el 32% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes disponen de sistemas de depuración terciarios, incumpliendo así por más de 30 años las directivas que marca la Comisión Europea e incurriendo en la imposición de multas”. 

Pero, ¿cómo solucionar este problema? Citando de nuevo a El Economista y a la Asociación SEOPAN, se determina un total de 1.600 millones de euros para la gestión del agua y para la construcción de, entre otras, infraestructuras de depuración, “con nuevas presas de reutilización de aguas residuales o estanques de tormentas, y otros 3.500 millones en medidas estructurales, destinadas a más de 190 actuaciones en depuración”. 

El Ingeniero Civil en la Sostenibilidad

La correcta gestión de las aguas es uno de los principios de la Organización de Naciones Unidas. El Cambio Climático, con la generación de continuas sequías, pone en peligro el acceso universal al agua, haciendo aún más importante el papel de los Ingenieros Civiles en la eliminación de procedimientos que malgasten tanto el agua en un primer uso como en su depuración y reutilización.

Tal y como explica la Organización de las Naciones Unidas, “en muchas regiones, la disponibilidad de agua, tanto en cantidad como en calidad, se está viendo gravemente afectada por la variabilidad y el cambio climático, con más o menos precipitaciones según las diferentes regiones y una mayor frecuencia de fenómenos atmosféricos extremos. También, en numerosas regiones, la demanda se ve incrementada como resultado del crecimiento de la población y otros cambios demográficos (en particular, la urbanización) y la expansión agrícola e industrial que resultan de la modificación de los patrones de consumo y de producción. Como consecuencia, algunas regiones se encuentran ahora mismo en un permanente estado de niveles de demanda superados y muchas otras regiones lo padecen en momentos críticos del año o en años de escasez de agua”. 

Por ello, desde la ONU y mediante su Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) se apuesta por el tratamiento de los recursos en su conjunto, no de manera aislada, y desde una visión holística. Dicho de otra manera, se analiza cada una de las partes como un todo, “el tradicional enfoque fragmentado ya no resulta válido y se hace esencial un enfoque holístico para la gestión del agua”. 

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