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Día Mundial de la Salud en el CITOP

Miércoles, 07 Abril, 2021

Hoy, siete de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud por parte de la Organización de Naciones Unidas: “Como ha puesto de manifiesto la COVID-19, algunas personas pueden llevar una vida más sana y tener mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido enteramente a las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. En todo el mundo, algunos grupos luchan por llegar a fin de mes con pocos ingresos diarios, tienen peores condiciones de vivienda y educación y menos oportunidades de empleo, experimentan una mayor desigualdad de género y tienen poco o ningún acceso a entornos seguros, agua y aire limpios, seguridad alimentaria y servicios de salud. Todo ello provoca sufrimientos innecesarios, enfermedades evitables y muertes prematuras. Y perjudica a nuestras sociedades y economías”. 

Para evitar esta situación y dentro de la Agenda 2030, la ONU potencia el Objetivo de Desarrollo Sostenible número tres, “Salud y bienestar”. Según los datos presentados por la organización, cada dos segundos alguien entre 30 y 70 años muere en el mundo con motivo de enfermedades no transmisibles. Esta mortandad, con motivo de la COVID, se ha incrementado, sustentando la diferencia de 31 años de desarrollo que existe entre países pobres y ricos. 

Para poder solventar un problema, el de salud, que hemos constatado como básico en los últimos meses, se requiere incrementar el acceso a servicios básicos. Actualmente, 400 millones de personas no cuentan con ellos, además de un 40% de la población que no tienen protección social ante enfermedades: “Más de 1,6 mil millones de personas viven en ambientes frágiles donde las crisis prolongadas, combinadas con servicios sanitarios precarios, presentan un desafío significativo para la salud global”. A ello, se unen las muertes por contaminación, que ya suman siete millones y que se añaden a los problemas de bienestar globales. 

La falta de salud afecta a la bonanza económica. La falta de capacidad de trabajo ante la enfermedad implica empobrecimiento y la creación de un círculo de pobreza del que rara vez se sale. 

Con el fin de eliminar estos problemas, en alza con la epidemia mundial que sufrimos actualmente, desde la Organización de Naciones Unidas se presentan soluciones locales que lleguen, de manera directa, al entorno más cercano. Si bien se trata de desarrollar programas específicos para las necesidades de cada área comprometida, desde la Ingeniería Civil se pueden desarrollar los siguientes puntos fundamentales:

  • Acceso a agua potable. Todavía, hoy en día, se trata de una carestía común. En total, en 2015, se calculaba que 844 millones de personas carecían de este servicio. Para poder suministrar un bien indispensable para la vida, se requiere la construcción de presas de almacenamiento, así como una red de tuberías en las viviendas que permita el acceso directo al agua. 
  • Saneamiento básico. Las infraestructuras de agua potable son necesarias, pero también las que permiten gestionar los residuos, especialmente en súper poblacioness. En este sentido, en el mismo año, 2015 y según siempre los datos de la ONU, 2,3 mil millones de personas no tenían acceso a este servicio. 
  • Construcción de centros de salud. Mediante el uso de materiales de kilómetro cero, reciclados y que fomenten la salud tanto dentro, con la atención sanitaria básica, como fuera, no incrementando el uso de materias primas y fomentando la Economía Circular. Se trata de un primer paso, el ahorro de recursos, para obtener construcciones múltiples (mayor número), en condiciones de respeto al Medio Ambiente. En este punto, la construcción modular y en 3D puede suponer un gran avance en la creación de centros de atención más económicos.
  • Infraestructuras de conexión. El desarrollo de los medios de transporte entre aldeas y poblaciones rurales con las grandes ciudades es fundamental en todo el mundo, especialmente para garantizar la atención sanitaria en hospitales centrales. 
  • Accesibilidad. La mejora de las personas enfermas también pasa por estructuras accesibles para todos. A través de planes de urbanismo que fomenten áreas verdes para el ocio en la naturaleza, la creación de espacios abiertos para personas con reducción de movilidad, así como la convivencia de sillas de ruedas con transporte público y con áreas de paso, se mejorará la calidad de vida de todos, independientemente de sus limitaciones.
  • Gestión de las ciudades. Los entornos excesivamente poblados, con tasas demográficas disparadas en la base (con mayor número de recién nacidos que de ancianos, típicas de países en desarrollo), requieren de una gestión cuidada de los servicios básicos. No solo en la construcción, sino también en su mantenimiento. Para llevar a cabo un control del funcionamiento de los mismos, la digitalización, con plataformas universales como BIM, es la clave para la democratización del uso profesional de las grandes y pequeñas infraestructuras. 

En el Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales, la Organización Mundial de la Salud pone el foco, en 2021, en la necesidad de crear sociedades más sanas que, independientemente de la COVID, puedan evolucionar hacia entornos más resistentes ante pandemias y daños producidos por la contaminación.

La Ingeniería Civil ha de conseguir, mediante las nuevas herramientas digitales, hacer llegar nuevos procedimientos, más económicos y sostenibles, a todos los rincones del mundo. 

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