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La Construcción en el Día Mundial del Reciclaje

Lunes, 17 Mayo, 2021

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) celebra, cada 17 de mayo y desde 2005, el Día Mundial del Reciclaje, dentro de su compromiso para la consecución de la disminución del impacto de la actividad humana en el Medio Ambiente. 

Desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, nos unimos a esta celebración, con un análisis del papel de la Ingeniería Civil en el reciclaje, bajo sus tres grandes principios: reducir, reutilizar y reciclar. 

Reducir

Si atendemos a los datos del Observatorio Industrial de la Construcción 2020, compuesto por la Fundación Laboral de la Construcción, por la CNC y por los sindicatos CCOO y UGT, “la aportación de la construcción al PIB, medida en términos del Valor Añadido Bruto (VAB), representa en 2020 un 5,7%. Esto supone un descenso de una décima de punto porcentual respecto a 2019, cuando se situaba en un 5,8%. El porcentaje del VAB de Construcción respecto al Producto Interior Bruto experimentó el primer retroceso en seis años”.

Con estas cifras, es lógico pensar que el sector de la Construcción es uno de los que más materias primas consumen en todo el mundo. No obstante esto, citando el Congreso Nacional de Medio Ambiente, CONAMA, de 2018, “la industria extractiva cuenta con un sistema de gestión minera sostenible de acuerdo con normas UNE. Los materiales que se producen son, en su mayoría, inertes, naturales, reutilizables y 100% reciclables, siempre que en las etapas de deconstrucción y gestión, se apliquen las técnicas adecuadas de separación que eviten su contaminación por otros residuos no deseados y perjudiciales para su posterior gestión. Por ejemplo, en 2016 se consumieron en España 31’8 millones de toneladas de materias primas para fabricar cemento; un 4’5% procedía de residuos o subproductos industriales”.

Dentro de los parámetros de la Economía Circular, se trata de evitar la utilización de materias primas en origen para fomentar el uso de materiales ya utilizados. Y no solo hablamos del uso de estos recursos, sino de la correcta reutilización de los mismos, especialmente en un proceso de manipulación y de transformación que los convierte en potenciales contaminantes. De ahí, la necesidad de la aplicación de nuevos procedimientos que permitan mantener la sostenibilidad durante todo el proceso de vida de las infraestructuras, no únicamente durante la obtención de las materias primas. 

Reutilizar

“Se estima que en torno al 30% del total de RCD generados en España son vertidos ilegales derivados de pequeñas obras, rehabilitaciones, etc., cuyos residuos no son adecuadamente gestionados y que la falta de control no permite la aplicación de las sanciones oportunas que se consideran debieran endurecerse, como medida disuasoria, además de no aparecer en las estadísticas oficiales de producción lo que dificulta la trazabilidad, como se ha señalado anteriormente, y favorecer la recogida selectiva, clave para mejorar la calidad del material reciclado y por tanto en su confianza”. En el informe de CONCAMA 2018, ya se habla de cifras que suponen un tercio del total de los Residuos de Construcción y Demolición de nuestro país. 

La nueva Ley de Residuos, aún en estudio, se define como (según recoge La Vanguardia) “una normativa que estará muy ligada a los principios de la economía circular, ya que la última de las opciones para un residuo será, precisamente, la de convertirse en eso: un residuo, pues el objetivo se centra en poder utilizar cada recurso una y otra vez y acabar de una vez por todas con el concepto de usar y tirar. La ley incluirá también nuevas medidas dirigidas a restaurar los suelos contaminados y el inicio de un plan para eliminar el amianto, ya que obligará a los Ayuntamientos a elaborar de aquí a 2023 un censo de edificios e instalaciones afectados por esta sustancia perjudicial para la salud, junto con un calendario para su retirada. En esa circularidad establece igualmente los requisitos para que un residuo deje de serlo “legalmente” y pueda volver a incorporarse al sistema”. 

Pero, ¿qué entendemos por Economía Circular? Según el Parlamento Europeo, “La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional”. 

Reciclar

El último gran pilar. En este sentido, junto a la reutilización de los materiales, especialmente las materias primas, el sector de la Construcción ha de enfocarse en el reciclaje. Esto se consigue, principalmente, mediante la apuesta por i+D+I, que cerraría el círculo del nuevo paradigma económico planteado por entidades como la Unión Europea en su Pacto Verde. 

“El porcentaje de empresas con gasto en actividades innovadoras en el sector fue del 11,27%. A pesar de que el número de empresas innovadoras se ha incrementado de forma muy notable respecto al año 2018, con casi 1.000 empresas más, el porcentaje continúa por debajo de la media nacional (16,41%) y de los sectores de Agricultura (12,19%) e Industria (23,32%)”, según se explica en el “Informe del sector de la Construcción 2020” del Observatorio Industrial de la Construcción. Esta cifra, la más baja en diez años, no responde a las necesidades planteadas por la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas. 

Por ello, desde la Unión Europea ha creado el programa «Innovative strategies for high-grade material recovery from construction and demolition waste» (IRCOW), gracias al cual “se crearon tecnologías de reciclado y varios materiales de construcción de alta calidad a partir de RCD reciclados. Algunas de las tecnologías aplicadas con éxito a materiales como el plástico, el yeso y los composites de madera fueron las de clasificación automática, tratamiento térmico por microondas y extrusión de composites multicapa. Con dichos materiales se fabricaron productos nuevos en forma de mezclas de cemento y yeso, parqués de composites multicapa y paneles multicapa”, tal y como se expone en la web de la Comisión Europea. 

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Una de las grandes metas de la sociedad global, dentro de la estrategia de la Agenda 2030. En torno al Día Mundial del Reciclaje, nos encontramos con el compromiso de la consecución de varios de estos ODS. 

Principalmente, el número 12, que aboga por una producción y consumos responsables, y el número 13, acción por el clima: “El consumo y la producción mundiales (fuerzas impulsoras de la economía mundial) dependen del uso del medio ambiente natural y de los recursos de una manera que continúa teniendo efectos destructivos sobre el planeta”. Una adquisición y uso responsables favorecen, además, un reparto más igualitario de los recursos y la obtención de un sistema sostenible. 

En definitiva, es labor del sector de la Construcción ir hacia un paradigma más sostenible, que se base en la reducción, en la reutilización y en el reciclaje de los materiales para la eliminación no solo de emisiones innecesarias, sino para el ahorro energético y monetario. El ahorro de las materias primas es labor de todas las actividades económicas, siendo la Construcción una de las locomotoras de nuestro país.