Actualidad

La Ingeniería Civil, a gran escala. El trasvase Tajo-Segura

Viernes, 18 Junio, 2021

El Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas da comienzo a una nueva sección mensual, “La Ingeniería Civil, a gran escala” para continuar difundiendo la profesión a través de las infraestructuras más notables de la sociedad. 

En la primera entrega, analizaremos el trasvase Tajo-Segura, una de las grandes obras hidráulicas de nuestro país que representa a la perfección la impronta de la Ingeniería Civil en la sociedad, con la creación de este acueducto moderno para el abastecimiento de agua en Murcia, Almería y Alicante.

El trasvase se concibió, en un primer momento, durante la II República, concretamente, en 1933 en el Plan Nacional de Obras Hidráulicas. Hasta 1967, no se incorporó formalmente a un proyecto, el “Anteproyecto General del Aprovechamiento Conjunto de los recursos hidráulicos del Centro y Sureste de España. Complejo Tajo–Segura”, iniciando poco después las obras. En 1979 se inauguraron los 292 kilómetros de esta infraestructura, que recorre la península desde el embalse de Bolarque, en las provincias de Cuenca y de Guadalajara, y el embalse de Talave (río Mundo), en Albacete.

El recorrido viene especificado por el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en su página oficial: “El acueducto Tajo-Segura conecta las cuencas del Tajo y del Segura, atravesando las cuencas del Guadiana y el Júcar, en la que utiliza el embalse de Alarcón como elemento de tránsito. Transporta las aguas de la cabecera del Tajo que previamente han sido reguladas en los embalses de Entrepeñas y Buendía.

En cuanto a las cantidades de agua que trasvasa, “el volumen máximo que la Ley permite trasvasar es de 600 hm3/año, que se destinan a abastecimiento y regadíos. La Ley también autoriza trasvasar una cantidad adicional a la cuenca del Guadiana para suministrar agua al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y a las poblaciones de la cuenca alta”.

Estructura básica

Para comenzar, cabe decir que los trasvases se definen como “ obras hidráulicas cuya finalidad es la de incrementar la disponibilidad de agua en una población adicionando agua desde una cuenca vecina (Wikipedia)”. En cuanto al uso del agua, normalmente ésta se utiliza para el regadía y abastecimiento general a la población. 

El trasvase Tajo-Segura, en su caso, conduce agua desde Guadalajara a Albacete, para su dotación a las regiones de Murcia, Almería y Alicante. Para poder llevar a cabo este trasvase, se desarrolló su recorrido en base a los siguientes elementos: embalses, presas, tuberías, acueductos, canales y túneles. 

En el caso de los embalses, éstos se construyeron de manera escalonada, tal y como explican en la Confederación Hidrográfica del Tajo: “La presa de Entrepeñas, construida sobre el río Tajo y con un volumen de embalse de 804 hectómetros cúbicos, había sido terminada en 1956; la de Buendía sobre el Guadiela, con un volumen de embalse de 1.639 hectómetros cúbicos, se terminó un año después, en 1957. Dicho conjunto de embalses permite realizar la necesaria regulación de las aguas procedentes del Alto Tajo atenuando las que hasta entonces eran periódicas y destructivas avenidas del río, al tiempo que se aprovechaba la energía hidroeléctrica del salto, se garantizaba un caudal estable en el tramo medio del Tajo y se daba estabilidad a otros usos, como regadíos en la zona media del río. Adicionalmente, crearon una singular zona turística en las comarcas de su entorno, actividad que se ha visto afectada por la sequía de principio de los 90”.

A continuación, el agua sigue su cauce hasta el embalse de Bolarque, en la sierra de Altomira. Para poder llegar aquí, el agua ha de salvar 245 metros de altura y 1.070 metros de distancia, algo que consigue gracias a la construcción de dos tuberías de acero de más de tres metros de diámetro. “El agua es conducida por un canal que tiene una capacidad de 33 metros cúbicos/sg, con 11 túneles y 10 acueductos (entre los que destaca el del Riánsares, de casi 3 km. de longitud y el del Cigüela de más de 6 km de longitud) hasta el embalse de Alarcón. Desde este embalse atraviesa La Mancha, hasta introducirse en el túnel de Talave, que con sus más de cuatro metros de diámetro y casi 32 kilómetros de largo fue considerado el mayor de toda Europa Occidental en su tiempo. A la salida del túnel, el agua se encuentra ya en la cuenca del Segura y se dirige al embalse de Talave (Confederación Hidrográfica del Tajo)”. 

En resumen, tal y como se refleja en la planta inicial del trasvase Tajo-Segura, se establecen dos grandes tramos en esta obra de la Ingeniería Civil española:

  • Tramo 1. El primero, que aborda los 108 primeros kilómetros de la infraestructura, recoge dos embalses (de Bolarque y de La Bujeda), tres túneles y dos acueductos principales. 
  • El embalse de Alarcón y el contraembalse del mismo nombre se encuentran entre ambos tramos, dando lugar a los últimos kilómetros del trasvase.
  • Tramo 2. Cuenta con un embalse (el de Talave), un acueducto, una rápida y un túnel principales. 

Esta obra de la Ingeniería Civil de nuestro país constituye el logro de los avances en la profesión, tanto en su construcción originaria como en su mantenimiento. Cabe recordar que esta construcción viene acompañada, además, del reparto posterior de agua en el  conocido como postrasvase: “El postravase se trata de un conjunto de obras que permiten la regulación, transporte y distribución final del agua a las diferentes áreas receptoras. La principal obra del postrasvase es Azud de Ojós, desde el que surgen la elevación de Blanca, la elevación del canal de la margen derecha, con el canal de Almería, el canal principal de la margen izquierda, con el canal de Crevillente, el embalse de La Pedrera y el canal del Campo de Cartagena (Wikipedia)”. 

Nueva polémica

Como ya adelantábamos, se trata de una infraestructura polémica, no tanto por su construcción, sino por su uso político. En abril de 2021, tal y como recoge El Mundo, el “anuncio sorpresa del Ministerio de Transición Ecológica de que va a modificar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura para recortar los caudales. La propuesta, que se concretará en un Real Decreto, ha sido ratificada por el Consejo Nacional del Agua -donde el Ministerio tiene mayoría- y consiste en rebajar los hectómetros que se trasvasan en nivel 2 a 27, en lugar de los 38 fijados hasta ahora. Amparados en un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), "la nueva planificación hidrológica dará paso a una nueva realidad, que ha de traducirse en un equilibrio ecológico que el Tajo largamente ha demandado", explicaba la ministra Teresa Ribera en un artículo de opinión con motivo del Día del Agua”. 

De esta manera, se rompería uno de los pactos más arduos de la historia reciente de España, el del Memorándum Tajo-Segura de 2013. Éste establecía que “no se cuestionaba el trasvase, pero se limitaba a 650 hectómetros cúbicos como máximo cada año hidrológico, y a la vez se aumentaban de 240 a 400 los volúmenes mínimos que debía tener los pantanos de la cabecera del río y se garantizaban los caudales ecológicos. Con menos de esa cantidad de agua en los embalses, ni una gota iría al sudeste, y por encima del 35% de capacidad, sólo se trasvasarían 60 hectómetros al mes. Entre estos dos escalones establecieron dos más: el nivel 2, que permiten desembalsar 38 con destino Levante (con prioridad del abastecimiento sobre el regadío) cuando los pantanos estén por debajo de este porcentaje, y el 3, de "situación hidrológica excepcional", que lo reduce a 20 hectómetros cuando no llegan al 20%.

Independientemente de la cantidad que se trasvasa cada año y de las condiciones aplicadas por Ley, el trasvase del Tajo-Segura sigue siendo, 41 años después, una de las infraestructuras más importantes en España, ejemplo de la implicación de la Ingeniería Civil en los aspectos sociales y económicos más relevantes de nuestro país. 

Más información, en la web oficial.