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Ingenieras Civiles pioneras en Europa y en Latinoamérica

Martes, 06 Julio, 2021

El Mes de la Ingeniera Civil, celebrado por segundo año consecutivo en el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, repasa los perfiles de aquellas mujeres pioneras en la Ingeniería Civil, en este caso en Europa y en Latinoamérica. 

De esta manera, desde el CITOP, repasaremos, en primer lugar, la trayectoria de las primeras mujeres en ejercer la profesión de Ingeniería Técnica de Obras Públicas en Europa y Latinoamérica. En segundo, de las pioneras en Estados Unidos y Reino Unido, creando una conexión del mundo anglosajón, más allá del diferente continente al que pertenecen ambos países. 

El caso español

En España, las pioneras llegaron tarde, si tenemos en cuenta los antecedentes en Estados Unidos (con la primera graduada en 1876). En nuestro país, hemos de esperar hasta 1941 para contar con una titulada en Ingeniería Técnica de Obras Públicas. Hablamos de Consuelo Carré Campo, que ni siquiera cuenta con entrada de Wikipedia y de cuya trayectoria poco se conoce, salvo haber ocupado un puesto público. 

En 1949, en la lejana Rusia, la española (niña de la guerra) Araceli Sánchez Urquijo se convertía en Ingeniera Civil de la rama hidráulica por el Instituto Energético de Moscú. En seguida, comenzó a trabajar, siendo la primera mujer en desempeñar la profesión en España en 1957, año en el que volvió a nuestro país. 

En cuanto a la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, Carmen de Andrés Conde obtiene el título en 1973, casi 100 años después que la primera mujer que lo consiguió en Estados Unidos. De Andrés ha contado con una prolífica carrera, comenzando a trabajar para el Ministerio de Obras Púbicas y especializándose, posteriormente, en Medio Ambiente y en el ciclo del agua. 

A lo largo de sus más de 40 años de carrera, Carmen ha destacado tanto en puestos de dirección públicos, participando en la creación de leyes como la de Residuos, como en el campo de la formación. En 2021, ha recibido el Premio Nacional de la Ingeniería Civil de la mano del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por su labor de concienciación del trabajo femenino en la profesión y por su labor durante estas casi cinco décadas. 

Europa

En el caso de Europa, la situación era diferente. Para hablar de la mal llamada primera Ingeniera Civil en el continente, hemos de viajar hasta el Berlín de 1912, cuando la rumana Elisa Leonida Zamfirescu termina sus estudios en la Escuela Técnica, tras ser rechazada en la Universidad de Bucarest. Si bien se la considera la primera mujer, a continuación analizamos la trayectoria de otras profesionales que, incluso antes, consiguieron algún tipo de titulación en el campo de la Ingeniería Civil en Europa.

Tal y como menciona el medio “Futuro-Pasado”, en Portugal encontramos a Rita de Moraes Sarmento, instruida en la Academia de Oporto en 1896, si bien nunca desempeñó la profesión. En este sentido, existen diferentes corrientes que dan a Rita (que se hizo con la titulación con apenas 15 años) y no a Zamfirescu el puesto de primera europea en conseguir el título de Ingeniera Civil.

En Italia, destaca Emma Strada (calle, en italiano), que fue la primera mujer en conseguir el Grado en Ingeniería Civil de la Escuela de Torino. Concretamente, en 1908. Perteneciente a una familia de Ingenieros, su trayectoria se desarrolló en toda Italia, participando en la construcción del funicular de Catanzaro, del acueducto de Puglia y en la excavación de una mina de oro en Macugnana, entre otros proyectos destacados. Strada, consciente de la importancia de su papel en el desarrollo de la mujer, fue una de las fundadoras y la primera Presidenta de la Asociación Italiana de Mujeres Ingenieras y Arquitectas. 

Latinoamérica

No podíamos dejar de lado a una de las conexiones más importantes de nuestro país en América, tanto por cultura como por tradición. Así, repasamos a continuación los perfiles de aquellas mujeres que rompieron barreras en algunos de los países que conforman Latinoamérica, siempre con la fuente de “Futuro Pasado”. 

Comenzamos con Elisa Bachofen, argentina nacida en 1981 y que se graduó en 1918 en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Trabajó en la Dirección de Puentes y Caminos en la proyección de puentes. También llevó a cabo una gran actividad feminista, participando en un sinfín de asociaciones de mujeres. Tal ha sido su importancia en el país que se ha utilizado su nombre para llamar cariñosamente a una tuneladora.

De manera paralela y un año después de Bachofen, Justicia Espada Acuña recibe el título de Ingeniera en Chile. Espada pertenecía a una familia acomodada y liberal, que criaba a sus hijos de manera igualitaria sin importar el género. Por ello, se benefició de una exquisita educación, llegando sin problemas a ingresar en la Universidad. Licenciada en 1919, durante toda su dilatada carrera se dedicó, en exclusiva, a los trenes, trabajando para la Empresa de Ferrocarriles del Estados.

En 1920, viajamos hasta Uruguay para la obtención del título de Ingeniería Civil por parte de Juana Pereyra y Emilia Loedel. La primera, Pereyra, desarrolló su carrera tanto en la docencia, como reputada profesora de la Universidad de la República, y en la Dirección Nacional de Vialidad. Esta labor, la de Ingeniera, se completó con una fuerte acción feminista en su país.

En 1930, Concepción Mendizábal obtuvo su título de Ingeniería Civil por la Escuela Nacional de Ingenieros de México. Mendizábal, que se centró en su papel como Protosecretaria de la Sociedad Científica Antonio Alzate, pasó a la historia del país como la sucesora de la obra de su padre, también Ingeniero, quien le animó a formar parte de la profesión, independientemente de su género. 

En cuanto al resto de países, hemos de esperar hasta 1946 para ver una primera Ingeniera Civil (y de Minas) en Colombia. Se trata de Sonny Jiménez de Tejada, quien ocupó cargos en la Administración pública de su país como política. Además, participó en diferentes organismos internacionales de Ingeniería Civil, llevando las Obras Públicas de su país más allá de sus fronteras. 

Un año después, en 1947, la paraguaya de origen ruso Natalia Sryvalin de Stanichevsky se convertía en Ingeniera Civil por la Universidad Nacional de Asunción. Al contrario que la mayoría de las mujeres que se graduaban durante los primeros años de apertura de las universidades a las profesionales, se dedicó al ámbito privado con la creación de hasta cuatro empresas de Construcción.

Todos estos perfiles suponen una aproximación al papel de las mujeres en el desarrollo de la Ingeniería Civil en países como España, Italia o Chile donde el acceso femenino a la Universidad ha sido, tradicionalmente, más lento que en Estados Unidos. 

Fuentes: Futuropasado y Wikipedia.