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Grandes Infraestructuras. Canal de Isabel II

Viernes, 13 Agosto, 2021

El Canal de Isabel II cumple 170 años en 2021 pero, ¿qué es exactamente? Se trata de la empresa pública de la Comunidad de Madrid encargada de gestionar, de manera integral, la totalidad del agua de la región. 

Su historia se remonta a 1851, con la colocación de la primera piedra de la presa de Pontón de la Oliva, concretamente el 11 de agosto. No obstante esto, hasta llegar a este punto, se produjeron una serie de acontecimientos previos que hicieron más que necesaria la creación de una empresa de infraestructuras y de control del agua para la ciudad de Madrid.

Bajo el reinado de Felipe II y ante el crecimiento de la población, se pretendió recuperar el uso de las antiguas galerías subterráneas que los árabes habían utilizado para abastecer la villa. No obstante esto, los pozos de los que se conseguía el agua estaban prácticamente secos, complicando la recogida de la misma. 

Se echó mano, entonces, de la mano de obra, creando un sistema de aguadores que entregaban agua a los vecinos que los pagaran. Los sirvientes y los propios habitantes de Madrid eran los encargados de hacerse con el agua para su uso, siendo un sistema muy deficitario incluso para la época.

Posteriormente, se apostó por un conjunto de fuentes, el cual tampoco dio los frutos esperados: “A mediados del XIX, la capital contaba con 77 fuentes públicas, en las que se instalaron 128 caños para llenar las cubas de los 950 aguadores, que repartían al día 663,50 «reales fontaneros» —medida de la época— de dotación, equivalentes a 2150 m³. Pero el recurso del agua del subsuelo estaba prácticamente agotado, lo que obligó a buscar alternativas diferentes a los viajes de agua para mantener el abastecimiento a la población. Y es que la dotación que proporcionaban los viajes se reducía a unos 6,5 litros diarios por habitante, una cantidad muy escasa en comparación con otras ciudades de la época (Wikipedia)”. 

En 1848 Juan Bravo Murillo, Ministro de Fomento, encarga a Juan Rafo y Juan de Ribera, ingenieros civiles, la mejora del abastecimiento a través de la creación de infraestructuras adecuadas a las necesidades de la sociedad de la época. El objetivo: acercar las aguas del río Lozoya a la villa de Madrid. “El 18 de junio de 1851, siendo reina de España Isabel II, se dictó el Real Decreto, refrendado por Juan Bravo Murillo, presidente del Consejo de Ministros en esos momentos, en el que se disponía que el Gobierno realizara la ejecución de los trabajos a través de un canal derivado del río Lozoya, que llevaría el nombre de Canal de Isabel II en honor a la soberana, verdadera promotora del proyecto (Wikipedia)”. 

Llegamos al punto de inicio de este artículo y nos situamos en 1858 cuando, por la calle ancha de San Bernardo, llegaron las primeras aguas del proyecto. “Cuando en 1858 se inauguraron las obras de traída de las aguas del río Lozoya a Madrid, estas comprendían un único depósito de 58.000 metros cúbicos de capacidad (Primer Depósito) en el Campo de Guardias que, además, sufrió problemas de filtraciones casi desde sus primeros años. Esta infraestructura, que en pocos años resultó insuficiente, fue sustituida unos 20 años después por un nuevo depósito casi cuatro veces mayor, y capaz, por tanto, de atender la demanda creciente de una ciudad en pleno desarrollo”.  

“La capacidad del depósito de Bravo Murillo es de 180.000 metros cúbicos en dos compartimentos de 90.000 metros cúbicos cada uno: el primero de ellos entró en servicio en 1876, y el segundo en 1879.  Esta infraestructura está formada por pilares de granito tallados a mano sobre los que reposan arcos y bóvedas de ladrillos macizos de la época. Al estar a la misma cota y con la misma altura de lámina de agua que el Tercer Depósito, situado en Islas Filipinas y puesto en servicio en 1914, opera con él conjuntamente la misma zona de abastecimiento: el sur de la capital (Canal de Isabel II)”. 

Casi dos siglos después, “Canal de Isabel II abastece a más de 6,8 millones de habitantes en toda la Comunidad de Madrid, y para ello opera 34 depósitos reguladores de gran tamaño y casi 300 de menor capacidad, así como 13 presas, 14 estaciones de tratamiento de agua potable y más de 17.000 kilómetros de redes de distribución. También se encarga de la recogida y transporte de aguas residuales hasta las depuradoras, donde el agua se trata antes de ser devuelta a los ríos en las mejores condiciones. 

Además, en estas instalaciones se produce agua regenerada para riego de parques, jardines y baldeo de calles, y para mejorar la calidad ambiental de los cauces. A lo largo de todo el ciclo del agua, Canal de Isabel II obtiene energía eléctrica gracias a instalaciones que en 2020 le permitieron generar hasta el 74 % de su consumo (Canal de Isabel II)”.

Ciclo del agua

Tal y como se refleja en la explicación de su web, el Canal de Isabel II gestiona el ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid. El proceso se establece en base a cuatro grandes puntos, siguiendo los preceptos de la Ingeniería Civil: captación, tratamiento, distribución y saneamiento. 

Esta acción se combina con procesos sinérgicos al agua: calidad, centro de control y generación de energía. En este último punto, el Canal de Isabel II destaca: “El aprovechamiento energético para la generación de energía eléctrica a través de nuestra actividad es, sin duda, la mejor arma de Canal para combatir el cambio climático y mitigar nuestras emisiones de CO2 a la atmósfera. Liderado por la Línea Estratégica 4 se ha diseñado un ciclo energético del agua que aprovechando los diferentes procesos que llevamos a cabo, y gracias a las tecnologías adecuadas, transformamos en energía eléctrica 100 % renovable. 

Esto se consigue a través de centrales hidroeléctricas, de depuradoras con motogeneradores de biogás, de planta de decogeneración de secado térmico de lodos, de microturbinas hidráulicas y de paneles solares fotovoltaicos. 

Para conocer más sobre el Canal de Isabel II, os dejamos el link directo a su web. 

Fuentes: Canal de Isabel II y Wikipedia.