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La bicicleta y la ciudad. Aspectos de Seguridad Vial

Viernes, 03 Junio, 2022

El tres de junio se celebra, desde 2018, el Día Mundial de la Bicicleta. Esta fecha fue promulgada por la Organización de Naciones Unidas con un doble objetivo: por un lado, favorecer un desplazamiento económico a los habitantes de ciudades más pobres. Por otro, fomentar el desarrollo sostenible y la salud. “El Día Mundial de la Bicicleta llama la atención sobre los beneficios de usar la bicicleta, un medio de transporte simple, asequible, limpio y ambientalmente sostenible. La bicicleta contribuye a un aire más limpio y menos congestión y hace que la educación, la atención de la salud y otros servicios sociales sean más accesibles para las poblaciones más vulnerablesâ€.  

En 2021, en el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, realizamos, para la celebración de este día, un análisis de las propuestas realizadas por el Gobierno en el plan es.Movilidad, así como de los principales datos aportados por las entidades y asociaciones destacadas del ámbito de la bicicleta, además de listar sus principales infraestructuras en ciudad, desde el punto de vista de la Ingeniería Civil. 

Si atendemos a los últimos datos, “el uso de la bicicleta en España creció más de un 40% en el primer trimestre de 2022, con un incremento del 40,5% entre semana y del 42% los fines de semana, según Eco-counter, empresa que contabiliza el uso de la bicicleta a través de sus contadores con un sistema estandarizado que permite comparar las tendencias del uso de la bicicleta por países (Palco23)â€. A falta de conocer las cifras definitivas del Observatorio de la Bicicleta, creado por la Red de Ciudades por la Bicicleta (todavía con datos de 2020), vemos cómo se ha producido un ascenso continuado en la utilización de esta herramienta para desplazarse desde la época prepandémica. 

Así bien, si en 2021 nos ocupábamos de la infraestructura necesaria para la bicicleta en nuestras ciudades, en 2022 nos centramos en la convivencia de este dispositivo con el tráfico rodado y con los peatones en las grandes urbes.

Coincidiendo con la campaña del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas sobre Seguridad Vial, ahondamos en la información de la Dirección General de Tráfico para conocer más sobre la normativa relacionada y sobre cómo hacer convivir todos los medios de la nueva y de la vieja movilidad. 

Normas básicas para la bicicleta

La Dirección General de Tráfico ha intentado adaptarse a los últimos cambios en la movilidad urbana con la aprobación de nueva normativa. En 2021, en mayo, nos hacíamos eco en Cimbra de las últimas modificaciones previstas en el ámbito de la circulación. En primer lugar, la implantación de la reducción de la velocidad a 30 kilómetro/hora, de la que también hablaremos en estos días en la campaña de Seguridad Vial del CITOP. En segundo, la regularización de los Vehículos de Movilidad Personal. En un primer momento, se les incluyó en el Reglamento de Vehículos, con la obligatoriedad del cumplimiento de una serie de requisitos técnicos y de normas básicas de circulación, como la prohibición de circular por la acera.

Un año después, en marzo de 2022, se ha implantado la nueva Ley de Tráfico y de Seguridad Vial, que incorpora novedades en torno al uso del móvil al volante, de la motocicleta, del patinete y, cómo no, de la bicicleta. 

En este último punto, se exige que los vehículos que necesiten adelantar una bicicleta lo hagan ocupando completamente el carril contrario, manteniendo siempre la distancia de 1,5 metros. Además, se grava el consumo de alcohol para menores de 18 años en este medio de transporte y el estacionamiento o la parada en el carril bici. 

Una medidas que tratan de organizar la circulación de la bicicleta en ciudad y en carretera, a menudo puesta en peligro por el desconocimiento general de la normativa básica. Por ello, la Dirección General de Tráfico ha congregado los puntos básicos para información de la ciudadanía. En un listado de 20 acciones, os resumimos las más destacadas:

  • Condiciones del conductor. En este sentido, se penaliza la ingesta de alcohol (0.5 g/l de alcohol en sangre o de alcohol en aire espirado superior a 0.25 miligramos por litro), prohibido para menores. Además, se podrán realizar tests de alcoholemia por parte de los agentes de seguridad cuando así se crea conveniente. Por otro lado, no se podrá llevar a un compañero en la bicicleta mayor de siente años.
  • Señalización. Tal y como estamos acostumbrados, los ciclistas, de manera habitual, señalizan con antelación su trayecto a los conductores y peatones. Desde la DGT se aconseja avisar de frenadas bruscas con el brazo, así como avisar de las maniobras (en este último caso, hablamos de sanciones de 200 euros). También se hace hincapié en las incorporaciones, especialmente en glorietas y en el respeto a las señales (hasta 500 euros de multa).
  • Equipamiento. Un punto fundamental para los ciclistas es el buen estado del equipamiento básico. Si bien el móvil está prohibido, se exige el uso de luces y se recomienda el del casco, siendo obligatorio solo para los menores de 16 años. En aquellas situaciones en las que es exigible el encendido de luces, se ha de llevar una prenda reflectante que permita la visión del ciclista a 150 metros. No cumplir este último punto supone una sanción de 80 euros.
  • Circulación. Uno de los mayores problemas a la que se enfrentan las ciudades en lo relacionado con la convivencia entre viandantes, conductores y bicicletas. Así, las bicicletas tienen prohibido circular por las aceras y los pasos de peatones (para ello, los ciclistas han de ir a pie en estos espacios). Siempre se recomienda circular por la derecha (bajo pena de 100 euros), con movimiento en hilera en caso de aglomeraciones. La norma también establece que se recomienda el uso de los carriles bici y del andén en carretera (en este caso, es obligatorio siempre que la vía lo permita).

Todos estos puntos básicos son los que se recomiendan, desde la Dirección General de Tráfico, para la consecución de un buen ordenamiento circulatorio en nuestro país. Dado que el número de bicicletas no cesa en su crecimiento, se requieren líneas de acción determinantes para la obtención de, tal y como comentábamos hace un año, infraestructuras para la Nueva Movilidad.

Los carriles bici entre puntos de la ciudad son fundamentales, pero también la ordenación de las ciudades para el fomento de este tipo de desplazamientos. Ahí es donde entra la labor del Ingeniero Civil, clave fundamental para el diseño, la implantación y la gestión de las nuevas ciudades.