
El Ingeniero Civil en… La construcción de la paz
Miércoles, 28 Junio, 2023En los últimos meses, en el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, hemos desarrollado diferentes contenidos en relación al papel que juegan las infraestructuras en los conflictos armados, especialmente en el que se está llevando a cabo actualmente entre Rusia y Ucrania.
En un análisis realizado para Interempresas, establecíamos el rol de las grandes construcciones en la guerra en dos puntos principales: la logística y la destrucción.
La primera de ellas, para el abastecimiento de las tropas en su avance, con “trayectos seguros para hacer llegar militares, armas y suministros para el ejército de todo tipo (también comida, agua y kits sanitarios). Tampoco nos podemos olvidar de la población civil, que requiere servicios básicos (mínimos, podríamos decir en el estado actual del conflicto) y corredores humanitarios”.
La segunda, la destrucción, porque a través de la misma, las infraestructuras cortan el acceso al enemigo a las grandes ciudades. Esto lo hemos visto en el conflicto ruso, con la voladura de presas, puentes, carreteras… realizadas por ambos bandos.
Esto, que está dejando un sinfín de ruinas, dejará espacio (esperemos que más pronto que tarde) para la reconstrucción de las ciudades y de los servicios fundamentales como el agua potable, la gestión de basuras y el acceso a puntos de primera necesidad como los hospitales, siguiendo uno de los grandes principios de la Ingeniería Civil: “la proporcionalidad de recursos-satisfacción de necesidades reales. Seguridad, optimización y durabilidad serán fundamentales para conseguir la reconstrucción de un país que ha perdido absolutamente todo”.
La Ingeniería Civil en la paz
Pero si bien hasta ahora hemos hablado de la Ingeniería Civil durante y posteriormente al conflicto, ¿cómo puede actuar nuestra profesión en el establecimiento de una paz duradera?
El concepto de “infraestructura de paz” es, sin embargo, equívoco en lo que a Obras Públicas se refiere: “De acuerdo con el PNUD [Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo], una infraestructura de paz es una red interdependiente de sistemas, instituciones, recursos, valores y habilidades sostenida por el gobierno, la sociedad civil y las comunidades que promueve el diálogo y la consulta, previene los conflictos y facilita la mediación pacífica cuando la violencia ocurre en una sociedad (Borja Paladini Adell, Politólogo, en Instituto Catalán Internacional para la Paz)”.
Entonces, ¿cómo se puede definir el papel del Ingeniero Civil en la construcción y en el mantenimiento de la paz? A través de sus acciones en la consecución de bienestar fundamental de la población. Esto es el desarrollo de servicios básicos garantizados de calidad: sistema de alcantarillado y de tuberías, gestión de residuos, gestión de agua potable, instalaciones para el riego, presas, depuradoras, carreteras y ferrocarilles…
Todo ello, propio de la Ingeniería Civil, se alía con otro tipo de servicios de primer orden, también indispensables, tales como hospitales y colegios. Una colaboración técnica-social que permite el desarrollo de sistemas de bienestar reales para la población.
Una sociedad desarrollada en este sentido puede conllevar a un mayor afianzamiento de las relaciones políticas, entendiendo la importancia del mantenimiento de estos recursos con base en la democracia y en la elección individual pero también colectiva.
Se trata de un estadio más en la conocida como pirámide de Maslow en torno a las necesidades humanas: primero, las fisiológicas y, después, las de seguridad, entre las que se encuentra las de la salud, íntimamente relacionadas con los servicios básicos ofrecidos por la Ingeniería Técnica de Obras Públicas.
Una buena base de las necesidades individuales que permiten, a su vez, un carácter más calmado del ser humano en su relación con los otros y, por tanto, en sociedad. Así, se crea, con estas necesidades básicas cubiertas, un entorno favorable al diálogo y a la aceptación de los individuos, quienes tienden a entender al conjunto y a evitar conflictos mayores.
Éstos, en muchos casos, se han iniciado por la falta de recursos en territorios concretos o por el deseo de arrebatar nuevos (como es el caso de las energías fósiles) a países vecinos. Con un país rico, con suficientes infraestructuras para el bienestar y el desarrollo de la población, éstos enfrentamientos pasan a un segundo grado de preocupación para los políticos (muchos de ellos corruptos), generando riqueza a través de otros medios.
Dicho de otra manera: la inversión en infraestructuras favorece el bienestar social y, por tanto, el crecimiento económico de los países, siendo una fuente de riqueza y de seguridad para los habitantes. Por tanto, una población con las necesidades principales satisfechas (no estamos teniendo en cuenta, en este punto, el régimen político) rechaza sistemáticamente el conflicto, restando potestad a sus dirigentes en caso de un inicio de enfrentamiento innecesario.
La paz es posible con un mayor presupuesto en bienestar social, donde es fundamental el papel del Ingeniero Civil.