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Un año de ODS. Vida Submarina

Lunes, 28 Febrero, 2022

En el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, continuamos repasando la implicación de la Ingeniería Civil en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas. 

En el caso de febrero, analizamos el número 14, Vida Submarina, dedicado concretamente, tal y como recoge la ONU en su web oficial, a “conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenibleâ€.

Estos recursos, los marinos, son fundamentales para la naturaleza global de nuestro planeta: “Los mares son el sistema respiratorio de la Tierra: generan oxígeno para la vida y absorben dióxido de carbono y desechos; funcionan como sistema de almacenamiento y absorben un 30% del dióxido de carbono del mundo, mientras que el fitoplancton marino genera el 50% del oxígeno necesario para la supervivencia. Los océanos regulan el clima y la temperatura y hacen que el planeta sea habitable para formas de vida diversasâ€.

En cuanto al empuje económico que producen, desde la ONU estiman que el mar genera entre tres y seis billones de dólares estadounidenses. Esto se consigue a través, principalmente, del comercio internacional, siendo el 90% marítimo. En cuanto al resto de acciones principales que se desarrollan en los océanos, en términos económicos, nos encontramos los cables submarinos (con el 95% de todas las comunicaciones mundiales), la pesca, que proporciona “más del 15% del consumo de proteína de origen animal†a 4.300 millones de personas, gas y petróleo (el 30% del total) y el turismo costero, que representa el 5% del Producto Interior Bruto mundial.

A ello, se unen los beneficios que se obtienen de los mares y de los océanos en relación a la salud y al sector farmacéutico, dado que proporcionan ingredientes naturales indispensables para un gran número de medicamentos. También, por supuesto, la energía, producida a través del movimiento del mar (mareas, olas y corrientes) y mediante la implantación de instalaciones de energía eólica.

Las ciudades no podían quedar fuera de los océanos. ¿Cómo? A través de la costa. En este sentido, tal y como explica la ONU, 13 de las 20 megalópolis del mundo son costeras. Si atendemos a la definición de la Organización Meteorológica Mundial, las megalópolis son “ciudades cuya población supera los diez millones de habitantes, abarcan hoy en día menos del 0,2% de la superficie terrestre y, sin embargo, acogen a una de cada diez personas de nuestro planetaâ€. 

Teniendo en cuenta la necesidad de conservación de los océanos y de los mares en todo el mundo, desde el punto de vista de sostenibilidad y de acción económica (siempre respetando los recursos naturales), la Ingeniería Civil ha de aplicarse también en su mantenimiento.

Pero, ¿cómo actúa la Ingeniería Civil en este ámbito? Desde el Colegio de Ingenieros Técnicos, planteamos los tres puntos principales.

Algunas infraestructuras marinas 

En el caso del mar, la Ingeniería Civil también lleva a cabo grandes y pequeñas infraestructuras que permiten la conexión entre el ser humano y este recurso natural. Si bien, tradicionalmente, se ha mantenido una relación de explotación sin medida de los océanos, ahora se ha producido un cambio estratégico: no hay desarrollo sin conservación.

Por ello, la Ingeniería Civil realiza construcciones más amables con respecto a los mares. En cuanto a las principales acciones en este ámbito, destacan los puertos, los canales y las tuberías. 

Los puertos, por su parte, como hemos comentado, son los protagonistas del 90% del comercio internacional, con una fuerte predominancia de las infraestructuras chinas, que aparecen en los diez primeros puestos del ranking mundial de los puertos con más volumen de transacciones. 

Es tarea de los Ingenieros llevar a cabo nuevas modalidades, tanto de barcos como de infraestructuras, que permitan eliminar materiales escasos y contaminantes (como es el caso de la gasolina) para permitir una reducción en el consumo energético global de estos intercambios de mercancías. También es labor de nuestros profesionales el desarrollo de medios de transporte complementarios, como los trenes, para fomentar una economía más sostenible. 

En cuanto a los canales, se tratan de grandes infraestructuras que, tal y como define Wikipedia: “construcción destinada al transporte de fluidos —generalmente utilizada para agua— y que, a diferencia de las tuberías, es abierta a la atmósferaâ€. De esta manera, entre las razones para la realización de un canal, se encuentran la de crear un atajo, generar un “enlace de navegación entre dos mares o lagos sin litoralâ€, “proporcionar a las ciudades del interior un enlace de envío directo al mar†y “proporcionar una alternativa económica a otras opcionesâ€. 

Pero dentro de esta infraestructura, siempre se dan diferentes tipos. Tal y como se analizó en el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, la construcción de nuevos canales ha de hacerse con sumo cuidado, especialmente en lo relativo al ecosistema. Contamos con el ejemplo actual del proyecto que se está realizando en Estambul y que podría eliminar cientos de hectáreas de bosque y salinizar agua dulce, necesaria para las ciudades del entorno y los cultivos.

Energías renovables

Aquí, tenemos que hablar de la energía eólica marina. Tal y como explica Iberdrola, ésta es una “fuente de energía limpia y renovable que se obtiene al aprovechar la fuerza del viento que se produce en alta mar, donde éste alcanza una velocidad mayor y más constante debido a la inexistencia de barreras. Para explotar al máximo este recurso, se desarrollan megaestructuras asentadas sobre el lecho marino y dotadas con las últimas innovaciones técnicasâ€. 

Para asegurar el mantenimiento de los recursos protegidos, los parques eólicos marinos han de presentar una serie de características básicas: no estar en aguas muy profundas (máximo 60 metros), estar alejados de la costa, fuera de ambientes de interés ecológico y sin perturbar las rutas internacionales marcadas, así como zonas estratégicas navales.

El avance de esta energía se ha visto favorecido por la incorporación de nuevas formulaciones en las cimentaciones, que permiten poder implantar estos parques más lejos de la costa (protegiendo así las mismas), además de una nueva generación de aerogeneradores, que aprovechan mejor la capacidad de creación de energía del viento del mar. 

Protección de las costas y conservación de espacios

Tal y como se defiende de manera habitual desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, la Ingeniería Civil y la protección de costas han ido siempre de la mano, especialmente en España. Nuestro país, tal y como refiere La Moncloa, cuenta con 5.755 kilómetros cuadrados de litoral.

Con unas variaciones muy pronunciadas, especialmente en el Mediterráneo, España es un país fuertemente comprometido con el mantenimiento de las costas. De esta manera, se llevan a cabo acciones fundamentales para su conservación y para el mantenimiento tanto de espacios protegidos como de actividades económicas turísticas en las áreas cercanas.

Estas acciones, que se han incluido en la Agenda 2030 y en la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Costa Española, refrendan acciones como las incluidas a continuación, recogidas también en un artículo explicativo del CITOP más en profundidad:

  • Gestión de sedimentos.
  • Construcción de nuevas estructuras de protección (muros, paseos, etc.).
  • Construcción de nuevas estructuras o elementos artificiales para mantener la línea de costa (diques exentos, espigones, geotextiles, etc.).
  • Adecuación funcional y estructural de las infraestructuras y de las edificaciones existentes. 
  • Normativa y códigos de adecuación.
  • Realineación de estructuras existentes en la línea de costa.
  • Realineación de estructuras existentes en estuarios y desembocaduras.

Tal y como se ha analizado, la Ingeniería Civil está adaptando sus actividades habituales en el entorno marino para adecuarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y permitir continuar con un desarrollo no contaminante, especialmente en lo referido a las nuevas energías, desde la garantía del bienestar social de la población mundial.