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Ingeniería Civil para dummies. Barras de acero en el hormigón

Hoy compartimos una nueva edición de la sección “Ingeniería Civil para dummies”, en la que explicamos los motivos por los que se utilizan barras de acero en el hormigón, una práctica habitual en la Ingeniería Civil. 

Así, la elección de materiales de Construcción se hace en base a cómo estos se comportan frente a los distintos tipos de solicitaciones que existen. Las fuerzas externas que se aplican a los materiales, atendiendo a la dirección y sentido en que actúan, causan distintos esfuerzos, entre los que se encuentran la compresión y la tracción.  

Diremos que un cuerpo está sometido a esfuerzos de compresión cuando se aplican dos fuerzas con la misma dirección y sentido contrario. Son fuerzas que comprimen, como cuando con nuestras dos manos apretamos un muelle, acortándolo. 

La tracción es justo lo contrario. Un cuerpo está sometido a esfuerzos de tracción cuando sobre él actúan dos fuerzas que pretenden “estirarlo”, como cuando cogemos con las manos una goma elástica y la elongamos. 

Pues bien, el hormigón es un material que soporta bien esfuerzos a compresión, pero que apenas tiene resistencia a la tracción. El acero, sin embargo, resiste bien tanto la compresión como la tracción, por lo que la combinación de ambos da como resultado estructuras que soportan ambos esfuerzos.

Por ello, lo que denominamos hormigón armado (suma de hormigón más estructura de acero) es el material más utilizado a la hora de construir cimientos o estructuras. También por la  posibilidad de darle prácticamente cualquier forma, unido al hecho de ser un material hartamente conocido en el sector. 

En la actualidad, hay versiones “más modernas” del clásico hormigón armado, consistentes en mezclas de hormigones especiales y fibras sintéticas o metálicas que pueden colaborar en fortalecer estructuras armadas o, directamente, sustituir la armadura del hormigón. Se confiere a la mezcla, de esta manera, la resistencia suficiente a los esfuerzos que se le pidan.

Estas mezclas, además, aportan nuevas cualidades resistentes al hormigón, como puedan ser resistencia a fuerzas combinadas (esfuerzos a flexotracción, etc.), resistencia extra a la perforación, facilidad de aplicación en trabajos de difícil armado (hormigones proyectados, o elementos singulares), resistencia a ambientes agresivos, etc. 

Esta es la razón, por tanto, por la que se combinan ambos materiales, acero y hormigón, para la construcción de infraestructuras. 

Sobre el CITOP

Desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, continuamos con la difusión de las Obras Públicas y de la Ingeniería Civil a través de la creación de contenido, especialmente dirigido a dar a conocer los aspectos básicos de la profesión.