Actualidad

“En las nuevas urbes, las carreteras seguirán desempeñando un papel fundamental”

Martes, 06 Octubre, 2020

“El 11 de octubre se celebra el Día Mundial de la Carretera, nuestra infraestructura más social, la más utilizada por todos: el 84% del transporte de mercancías y el 91% del transporte de personas se realizan en nuestro país por carretera. 

Su importancia para nuestras vidas quedó demostrada durante el confinamiento, sin ella hubiera sido posible garantizar la movilidad y el transporte de bienes fundamentales como productos de alimentación o suministros sanitarios, que de otra forma no hubieran llegado a los ciudadanos. 

Y para que esto sea posible y la carretera cumpla la función para la que fue diseñada, debe estar en condiciones óptimas, de ahí que la conservación de infraestructuras se haya puesto de relieve y se haya considerado como una actividad esencial”. 

En la Semana de la Carretera del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, hablamos con Pablo Sáez, Director General de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, ACEX, quien nos explica por qué es necesario el Día Mundial de la Carretera. Incluimos sus palabras a continuación. 

La importancia de las carreteras y de su mantenimiento. ¿Cuál es el estado en nuestro país?

Sin embargo, y a pesar de la importancia capital de esta infraestructura y su conservación, según el análisis sobre la inversión en conservación, presentado el pasado mes de junio por Acex, España invierte 22.489 euros/km es decir, invierte solo el 50% de la media de los países del informe (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España), mientras que Italia, el siguiente en menor inversión, destina casi el doble, 41.537 €/km.

Esta inversión queda lejos de los 80.000 euros/km (IVA incluido) necesarios para las carreteras del Estado, 38.000 euros/km (IVA incluido) en carreteras convencionales y 21.000 euros/km, en las redes autonómicas y locales, dada la menor intensidad de circulación. En su conjunto, el país debería dedicar no menos de 1.300 millones de euros al año a la conservación de sus carreteras, para que alcanzáramos el orden de magnitud de los países del entorno y aseguráramos su eficacia y modernización.

Sin embargo, a pesar de escasa inversión española en conservación, llama la atención que el estado de nuestra red de carreteras se encuentre en el mismo orden de magnitud, o incluso por encima, que países de nuestro entorno, sin ser ni mucho menos óptimo, lo que nos hacer reflexionar sobre si estamos ante el “milagro” de la conservación de las carreteras españolas. 

Esto se debe a la enorme calidad de la Ingeniería y la profesionalidad de los Ingenieros españoles; la excelente normativa, trazado, diseño, especificaciones, refuerzos, etc.; y a la existencia de un sector específico y altamente cualificado de conservación integral. De hecho, España es el único país de los cinco analizados en el informe sectorial (Alemania, Italia, España, Francia y Reino Unido) en el que esta característica se pone de relieve, por lo que entendemos que su aporte a la calidad del servicio prestado a los usuarios queda demostrado.

Pero no nos engañemos, debemos ser conscientes de que tenemos una red bastante madura, que soporta unos tráficos importantes, superiores a los que se contemplaron en su día para planificarlas, con una demanda de los usuarios cada día más significativa, que además debe poner en marcha con urgencia su transformación digital, así como asegurar su conectividad, y para ello hace falta inversión.

El papel de las carreteras en el futuro de las ciudades

Con la digitalización, el uso de big data y la implantación de la tecnología 5G, las carreteras serán mucho más que una infraestructura física, para el transporte de personas o mercancías, y se convertirán en verdaderas autopistas de información. Gracias a estos avances tecnológicos, las carreteras del futuro serán mucho más seguras e incluso contribuirán a la reducción del impacto medioambiental. Esta transformación digital de la carretera será determinante para la movilidad.

Desde el comienzo de la pandemia, se ha hablado mucho de replantear las ciudades y de la necesidad adaptarlas al futuro. Tanto las ciudades como el sistema viario deben cooperar en el logro de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como es conseguir que las sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. 

En estas nuevas urbes las carreteras seguirán desempeñando un papel fundamental, que deberá estar alineado con la nueva senda abierta por Europa para alcanzar la neutralidad climática en 2050, y reducir un 50% las emisiones con respecto a 1990, para ello Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, 2021-2030, y los planes de recuperación y resiliencia, apostando por un sistema de movilidad sostenible, que favorezca la intermodalidad del transporte, con un impacto ambiental menor y la mejora económica asociada. Además de abordar un cambio radical en cuanto a accesibilidad.

Lo que sin duda continuará siendo crucial para que las carreteras o vías urbanas cumplan su función y permitan la circulación del tráfico rodado (bicicletas, patinetes, coches y motos eléctricas y todo tipo de vehículos), así como la garantizar accesibilidad en las infraestructuras, será su óptima conservación.

Más información sobre las acciones que lleva a cabo ACEX, en su web oficial.