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Un año de ODS. Producción y consumo responsables

Martes, 31 Agosto, 2021

Tradicionalmente, el consumo de materias primas ha conllevado un daño continuo al Medio Ambiente, tal y como recuerda la Organización de Naciones Unidas: “El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra supervivencia)”.

Para solventar esta situación, la ONU ha incluido, dentro de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS número 12, que trata la “Producción y consumo responsables”, en un alegato a la reducción del uso de materias primas no renovables del planeta: “En caso de que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas en 2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales”.

El paradigma de la sostenibilidad vuelve a presentarse, en este caso, como la solución definitiva ante el consumo masivo de materiales naturales irremplazables: “Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se ahorrarían 120 000 millones de dólares estadounidenses al año”. 

En el caso de la Construcción, tal y como hemos recogido en múltiples ocasiones en la web del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, se trata de uno de los sectores con mayor consumo de materias primas en España y en el mundo, siendo indispensable un cambio de estrategia global, con el uso de nuevos materiales: “Con el aumento del uso de minerales no metálicos en la infraestructura y la Construcción, ha habido una mejora significativa en el nivel de vida material. La «huella de material» per cápita de los países en desarrollo aumentó de 5 toneladas métricas en 2000 a 9, en 2017”, recoge la ONU.

En cuanto a la energía, los datos tampoco son especialmente buenos: “En 2002, el stock de vehículos de motor en los países de la OCDE era de 550 millones (el 75% de los cuales eran automóviles particulares). Se prevé un aumento del 32% en la propiedad de vehículos para 2020. Al mismo tiempo, se prevé que los kilómetros de vehículos aumentarán en un 40% y que el transporte aéreo mundial se triplicará en el mismo período. Los hogares consumen el 29% de la energía mundial y, en consecuencia, contribuyen al 21% de las emisiones de CO2 resultantes. La participación de las energías renovables en el consumo final de energía alcanzó el 17,5% en 2015”.

Por último, la ONU analiza la gestión del agua, uno de los puntos fundamentales en las Obras Públicas: “Menos del 3% del agua del mundo es fresca (potable), de la cual el 2,5% está congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares. Por tanto, la humanidad debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema, del ser humano y de agua dulce. El ser humano está contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede reciclar y purificar el agua en los ríos y lagos. Más de 1000 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable”.

La Ingeniería Civil en el ODS número 12

En todo este proceso, de la implantación de nuevos procedimientos y de consecución de resultados tangibles, la Ingeniería Civil participa de manera directa. Prueba de ello es la inclusión de la profesión en el Plan 2050 del Gobierno de España y en NextGenerationEU, el proyecto global de recuperación de la Unión Europea, ya analizados en la web del CITOP. 

Con unos datos ya analizados anteriormente (ver artículos en la sección de Actualidad), cabe estudiar los pilares en los que se ha de basar la Ingeniería Civil para conseguir alcanzar los objetivos marcados por la Agenda 2030 en relación al ODS número 12 “Producción y consumo responsables”. 

Así, según el medio Construmática, especializado en Ingeniería, en Construcción y en Arquitectura, se establecen los siguientes puntos como primordiales para un mayor acercamiento hacia la sostenibilidad de las Obras Públicas:

  • Eficiencia en el consumo de materiales. En este sentido, el portal establece una serie de acciones básicas para conseguirlo: “reducción de la cantidad de material por unidad de servicio, potenciación de la rehabilitación, utilización de materiales reciclados, minimización y gestión de los residuos con vistas a su reutilización y al reciclaje y potenciación de la durabilidad”. 
  • Mejora ambiental en el consumo material, con una reducción masiva de los impactos producidos por la extracción y fabricación de las materias primeras. En este último punto, se fomenta la “utilización preferente de productos comerciales que disminuyan el impacto ambiental” y la “sustitución del uso de los materiales y sistemas con mayor impacto asociado” 

En relación a ambos principios, cabe resaltar el papel de las nuevas tecnologías en la creación de procesos más limpios y que impiden malgastar recursos –materiales, mayoritariamente- en la prueba-error. Se trata de plataformas de trabajo colaborativo como BIM (Building Information Modeling), que poco a poco se cuela en el ámbito público (especialmente, en los requisitos de las licitaciones de Obras Públicas) y en el privado, con mayor presencia en el diseño, en la construcción y en la gestión posterior de las infraestructuras.

Con el consenso del sector de la Construcción, tanto en España como en Europa, se avanza hacia figuras sostenibles como el Eco-Formador, presentado en 2020 por la Fundación Laboral de la Construcción y con la colaboración de la Unión Europea. Se trata de una iniciativa internacional para impartir formación a los trabajadores del sector en los nuevos materiales y procesos sostenibles. 

Todas estas acciones, de manera conjunta, conllevarán una reducción (la cual ya se está consiguiendo) en el consumo masivo de materiales y un incremento del reciclaje de los ya utilizados, beneficiando, en último término, la consecución del ODS número 12 de la ONU, “Producción y consumo responsables”. 

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